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El otro derrumbe del techo en el Proyecciones

Un bombero en el Proyecciones, poco después del suceso de 1999 | ABC

Diego Casado

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Mismo suceso en el mismo escenario. Sucedió hace 16 años en los Cinesa Proyecciones: el encofrado de una parte del techo cayó sobre el patio de butacas durante la proyección de una película. “Lo recuerdo como si fuese hoy, era en un preestreno de Shakespeare in Love. Miedo y carreras, la gente se dejó hasta zapatos”. Así relataba este miércoles a Somos Malasaña uno de los testigos de aquél incidente, que recuerda enormemente al sucedido anoche.

Fue un 9 de marzo de 1999. Se proyectaba por primera vez en Madrid la película Shakespeare enamorado -que luego arrasaría en los Oscar- y la sala estaba abarrotada, con 700 personas en las butacas. Cuando llevaban más de una hora de proyección, los espectadores escucharon un crujido, luego un ruido “similar al de una manada de caballos”, diría luego un testigo al diario ABC. Luego la sala -por aquel entonces solo había una principal, no eran minicines- se llenó de polvo.

Cuando se despejó la nube los espectadores y el personal de la sala pudieron ver la escena: una parte del enconfrado de escayola del techo había caído al suelo. Una zona de 15 metros cuadrados bajo la que afortunadamente no había nadie. La zona estaba cerrada al público por carecer de salidas de emergencia, a la espera de una remodelación que no llegaba. Al contrario que la situación vivida anoche, cuando hubo siete heridos, en este caso no se produjeron víctimas. Los periódicos contaron que el desalojo se hizo de forma ordenada, algo que parece contradecir el testimonio antes citado.

El suceso de entonces facilitó que unos años después su empresa explotadora, Cinesa, consiguiera la licencia municipal para convertir el edificio en salas multicines. Una reforma que diseñó el estudio de Rafael de la Hoz y que se ejecutó en 2004 con un elevado coste (10,8 millones de euros). A partir de entonces, el lugar cuenta con ocho minicines y 1.800 butacas de aforo.

Unos cines... ¿con fecha de caducidad?

El suceso forma parte de la larga historia de uno de los cines con más solera de los que quedan en Madrid. Abierto en el número 136 de la calle Fuencarral desde el año 1932, su futuro es incierto después de que este verano un fondo de inversión adquiriera el edificio de más de 6.000 metros cuadrados.

Días después de conocerse la compra se publicaba que el fondo de inversión estaba interesado en cambiar los usos del cine para sustituirlo y construir en el lugar pisos de lujo. El diario El Economista cifraba en dos años el tiempo en el que se completaría esta acción. Sin embargo, fuentes de Cinesa explicaron después que su contrato de alquiler del cine se extiende hasta el año 2034 y que los nuevos propietarios han mostrado intenciones de respetarlo.

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