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Vecinos de Centro piden el fin de la música callejera sin licencia

Somos Malasaña

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“”Sólo queremos vivir. La música nos tortura, y cuando es por imposición, es ruido“. Son las palabras de un vecino del distrito Centro, miembro de la Asociación para la Defensa y Protección de los Derechos de los Vecinos de la Plaza Mayor de Madrid (Aveplama) y uno de los cinco representantes vecinales reunidos por el diario ABC para analizar la nueva ordenanza contra el ruido.

Ninguno de ellos quiere dar su nombre, pero todos se oponen a que los músicos toquen sin autorización municipal en la calle. En su opinión, los músicos “deberían tener una licencia específica y pagar un canon al igual que lo hacen los pintores de la Plaza Mayor”, explican.

Protestan contra el artículo 41 de la ordenanza, que antes prohibía la música en su totalidad, y ahora persigue los instrumentos de percusión. Uno de ellos llega a afirmar que “antes, de vez en cuando, por lo menos se llevaban los bongós de los chicos que se ponen los domingos a tocar en La Latina. Ahora seguirán las horas que quieran y tendremos que aguantarnos”, lamenta el vecino de las Cavas y Costanillas.

Los vecinos se quejan de que viven aislados en casa sin poder hacer cosas como “leer un libro, abrir las ventanas en verano o echar la siesta”, dicen. Y llegan a afirmar que “en el distrito de Centro vivimos 150.000 personas desesperadas. Entendemos la libertad de expresión de los músicos, pero no se puede ir en contra de nuestros derechos siendo nosotros los que pagamos los impuestos”.

Más información:

Philip

Hombre, yo entiendo que molesta (especialmente "la cabra" de los domingos), pero tampoco me seduce la idea de que el barrio se vuelva un convento. Si puedo elegir, preferiría que los adolescentes (y adolescentados) dejasen de poner "firmas". De todos modos me uno a la petición, por lo de que paguen impuestos, como todos (Y ya puestos a pedir, desearía que paguasen también impuestos los "badulaques" asiáticos, que los bares a los que quitan clientes ya lo hacen, y bien).

alberto

Pues creo que la excesiva regulación de todo lo que suceda en el espacio público es una pérdida fundamental de nuestros derechos(hablo como vecino, no soy musico ni comerciante).

No se puede gobernar únicamente a través de medidas legislativas, se pierde una gran cantidad de iniciativas y puntos de vista. Pueden producirse medidas más baratas y menos represivas si se dedicase un tiempo desde la junta municipal a analizar la opinión de los vecinos, de los músicos y de los comerciantes y consensuar medidas en las que ganen todos.

Si licitamos la regulación de todo lo que ocurre en nuestro día a día estamos dejando en manos de otras personas nuestra propia capacidad de creación y decisión.

Nos estamos acomodando a que resuelvan los problemas de convivencia a través de legislación, en vez de acostumbrarnos a conversar entre las partes y consensuar formas de actuar en las que todo el mundo ceda y gane.

Rodri

No se puede tener todo: vivir en la Puerta del Sol o en la Plaza Mayor y abrir la ventana para dormir la siesta...¿Echamos también a los turistas? Hay que respetar las horas de descanso (todas las casúisticas es imposible, somos muchos), pero prohibir no consigue más que tener un barrio más sombrío. Otra cosa, es evidente que los residentes tienen que tener palabra a la hora de decidir sobre lo que ocurre en su entorno pero no debemos caer en la equivocación de creer que la calle es de los vecinos y no también de los transeuntes ¡menos si cabe el centro histórico!
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