Teatro Alfil: Elliot, El Gladiador del Humor

A la hora de escoger una película para ver en un cine de estreno, si hay algo en lo que no debamos basar nuestra elección es en el 'trailer' que realizan las productoras para vendérnosla. Los 'trailers' siempre son mejores que el producto que promocionan. Engañan. Mienten. Y luego, claro, llega la decepción del espectador, que suele esperar mucho más de lo que finalmente recibe. Luego, debería uno poder ir con el 'trailer' de turno a reclamar donde corresponda, por publicidad engañosa.

En el teatro, por suerte, no existen 'trailers' al estilo cinematográfico. Como mucho, investigando en internet, podemos hallar algún vídeo de la obra que nos interesa en el que se destaca alguna parte especialmente brillante del espectáculo en cuestión. No suele haber alevoso montaje de por medio y eso es de agradecer.

'Elliot, El Gladiador del Humor', es uno de los espectáculos que se pueden ver actualmente en el teatro Alfil. Aquí y allá se publicita de la siguiente manera: “Un espectáculo cargado de un humor eléctrico, de contorsiones faciales, y de un sentido de la comedia visual”. Pues bien, cuando uno va a verlo y se sienta en su butaca, ¿qué creéis que se encuentra durante la hora y media que dura la función?. Exactamente lo que previamente le han vendido. Sólo por eso ya debería el espectador salir contento del teatro. Con Elliot no hay manera de equivocarse. Si uno opta por este tipo de 'show' será porque tiene predilección por el humor de mueca y pantomina y en esas lides el belga Eric Jenicot, alias Elliot, se desenvuelve con maestría.

Decían de él que era una mezcla entre Jim Carrey y Mick Jagger y viéndolo actuar ciertamente se le encuentra parecido a ambas celebridades. El espectáculo está compuesto por una sucesión de 'gags' sin conexión aparente pero que, sin embargo, encajan a la perfección en el conjunto de una propuesta que arranca sonrisas, risas y auténticas carcajadas a un público con el que Elliot interactúa desde el principio de la función, conduciéndolo a su terreno y manejándolo a su antojo sin más trampa ni cartón que la del dominio de la escena que demuestra tener.

Más de mil funciones a sus espaldas, a lo largo de los 15 años que lleva recorriendo distintos países del mundo, avalan el trabajo de Jenicot, honesto y sincero, contagioso. Sabrás si has conectado con la función si en las 24 horas posteriores a haberla visto te descubres delante del espejo -al menos una vez- tratando de reproducir alguno de los gestos que has visto ejecutar a Elliot.

Horario: Hasta el 18 de abril, de miércoles a sábados, a las 20:00 horas; domingos, a las 18:00 horas.

Cuánto: 18€; los miércoles, 15€.

Dónde: Teatro Alfil, Pez 10.