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“Somos Malasaña y aprendimos a resistir”: lee el pregón de las Fiestas del 2 de Mayo 2016

El actor Pedro Miguel Martínez, en la lectura del pregón | RAQUEL ANGULO

Somos Malasaña

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Buenas tarde, queridas y bellas personas, tanto residentes como visitantes:

Las fiestas autosugestionadas del Dos de Mayo 2016 del Barrio de las Maravillas ya están aquí.

Comenzaré con los agradecimientos:

-Gracias a la Junta de Distrito Centro del Ayuntamiento de Madrid por su actitud y su colaboración.

-Gracias, Jorge, nuestro Concejal de Centro, por acompañarnos.

-Gracias, Lucía, nuestra Vocal, por todas las horas que estás echando con nosotras.

-Gracias a “Somos Malasaña”, el periódico del barrio, siempre tan atento.

-Gracias, muchísimas gracias, a todas y cada una de las personas que están haciendo posibles estas fiestas.

Este año se nos ocurrió que la escritura del pregón fuera hecha de forma colectiva. Así que pedimos a la gente que nos enviara algo. Pues bien, gracias por enviarnos un montón de cosas bonitas. Para no hacerlo largo, voy a leer algunas de las cosas que habéis enviado.

-Una vecina que se ha tenido que ir de Madrid pero no quería, dice: para mí Malasaña tiene la escala humana perfecta. Sales a la calle, a comprar en los comercios de barrio, y siempre te encuentras con una vecina, con un compa de Asamblea, con tu profe de yoga, o con la florista. Nos vamos encontrando en unos y otros espacios, unidos por una red interconectada que siempre suma. El tiempo se estira, la mirada se ablanda.

-Una vecina cooperante dice: en los últimos años, a través de la Plataforma Maravillas, de los colectivos sociales de todo tipo, desde el Patio Maravillas a la Asamblea del 15M y los grupos que de ahí surgieron (banco del tiempo, grupo de consumo, cine, Malasaña se apaña…); desde Acibu al solar de Antonio Grilo y muchísimos más que tendría que nombrar, hemos conseguido fortalecernos, convivir de una manera plural, estableciendo lazos con personas que quizá no habríamos conocido de otras maneras por diferencia generacional o intereses diferentes. Sensación de identidad, de formar parte de un grupo.

-Un vecino ciclista ve como una amenaza la gentrificación del barrio, y señala la falta de ocio saludable para los más jóvenes.

-Un vecino actor dice: Cada día, pero sobre todo cada fin de semana, nuestra casa común, que es este barrio, recibe muchas visitas. Queremos que os sintáis en casa, y nos gustaría que cuidarais nuestro barrio, que también es vuestro, como cuidáis vuestra propia casa.

-Una vecina paseante dice: Eso, que dejen el barrio como les gustaría encontrarlo.

-Un vecino abogado lanza un slogan: El barrio, la habitación más grande de tu casa.

Una vecina superviviente dice: Y recuerda que estas calles las pisaron otros y otras que hicieron de sus encuentros pentagramas o libros, como Antonio Vega, Manolo Tena, Moncho Alpuente, Rosa Chacel, Clara Campoamor…, que desnudaron y vistieron sus sueños en el mismo suelo de la casa que pisamos tú y yo ahora.

Una vecina socióloga dice: La tecnología que tenemos en nuestras manos permite reducir el tiempo de trabajo. ¿Vamos a seguir demandando trabajo, o cambiamos sus reglas?

Una vecina profesora dice: Malasaña es un barrio que te mira.

Y lo hace con una mirada brillante.

Y por fin, un vecino que tiene un bar nos manda un poema. Con él terminamos.

DOS DE MAYO. UNA ARENGA.

¡Viva Malasaña!

Ya se lo dijimos, con navajas y cañones,

a los franceses en mil ochocientos ocho.

Y lo defendimos contra los fascistas en el treinta y ocho.

Ya aguantamos las embestidas de alcaldes con bigote

y especuladores de tocomocho.

Ya lo dijimos: de mayo a abril quien manda aquí somos nosotros.

Aunque nos equivoquemos, nuestro destino

lo elegimos nosotros, ya lo ves.

Porque, para mal o para bien, Malasaña sabe quién es.

Somos Malasaña y hoy celebramos

todas las veces que hemos dicho “hasta aquí”.

Somos Malasaña y aprendimos a resistir.

No queremos que nos digan,

ni urbanistas ni luminarias,

cómo este barrio tiene que ser.

Somos un barrio, más de gentes precarias

que de sucursales bancarias.

De comercios pequeños, de iglesias con cigüeñas.

De garitos con solera y de casas sin ascensor.

Mestizo y castizo. Del derecho y del revés.

Para mal o para bien. Malasaña sabe quién es.

Somos Malasaña y hoy celebramos

las veces que hemos dicho “hasta aquí”.

Somos Malasaña y aprendimos a resistir.

Somos gente que se ayuda y se saluda.

“Buenos días María. Buenos días don José.

Parece que hoy por fin han limpiado la calle.

Sí, ojalá siga así.“

No queremos que nos digan

quién puede y quién no puede vivir aquí.

Si viejo o joven. Si con rastas o pitiminí.

Si vende birras o bicicletas para tres.

Para mal o para bien. Malasaña sabe quién es.

No queremos que nos digan

cómo deben ser nuestras noches o nuestros días,

nuestras tiendas, nuestros bares,

nuestras músicas o nuestras poesías.

Somos Malasaña y hoy celebramos

todas las veces que hemos dicho “hasta aquí”.

Somos Malasaña y aprendimos a resistir.

¡Viva Malasaña!

Querido vecindario, en este barrio hay mucho , mucho amor por repartir

Aprovechemos estas fiestas para dar y que nos den…algo de todo ese amor. ¡Felices fiestas! Nos vemos en el barrio. Besos, abrazos.

PAZ

Vivo en Malasaña desde hace 30 años, y cada vez se deteriora más. Todo lo que he leído es palabrería sin sentido: la suciedad y el ruido es lo que te mira a la cara cuando sales de casa, los vecinos y los visitantes que no sienten ningún respeto por el descanso de los demás. Esto no es Malasaña, esto no es lo que era el barrio.
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