René necesita un audífono y unas gafas
El pasado jueves, en Somos Malasaña contamos la historia de René, todo un personaje en el barrio con “oficina fija” en un banco de la plaza de San Ildefonso. En aquel artículo explicábamos que recientemente había sido atracado y que le habían dado una paliza. Además de perder las pocas pertenencias que llevaba encima y de las lesiones de las que se recupera, a René el percance le costó perder sus gafas, sin las cuales ve más bien poco y puede leer más bien nada. Además de eso, René padece una sordera aguda, por lo que necesita con urgencia un audífono. Sin ver bien y sin oír casi nada, el día a día de este vecino se complica mucho.
Como no todo van a ser malas noticias, una vecina del barrio ha acogido a René en su casa de manera temporal. Tras perder la habitación en la que vivía en la calle Barco, René se vio obligado a acudir a dormir a un centro de acogida al cual no quiere volver porque, según dice, iban a obligarle a ingresar en una residencia, con la consiguiente pérdida de libertad que ello conllevaría. Esta misma vecina es la que está gestionándole con la embajada sueca, país cuya nacionalidad posee René, cubano de origen, la pensión que le corresponde y que perdió en su día por no presentar la fe de vida que se le pidió. También esta vecina, que ejerce junto a otra de ángel guardián de René, se pregunta si habría alguien que tuviera en su casa un audífono que no utilizara para entregárselo a René, mientras dice que sería un sueño si alguna de las múltiples ópticas del barrio quisieran hacer el inmenso favor de solucionarle el problema de las gafas.
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