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Páginas de Espuma, una editorial con mucho cuento que acaba de obtener el Premio Nacional a la Mejor Labor

Encarnación Molina y Juan Casamayor  en la calle de la Madera | Foto de Lisbeth Salas, proporcionada por Páginas de Espuma

Luis de la Cruz

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Páginas de Espuma acaba de recibir el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, un reconocimiento concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte que llega en el momento justo para celebrar el 20 aniversario –clavado, comenzaron en septiembre de 1999– de esta editorial especializada en cuento y ensayo que desarrolla su actividad internacional desde 70 metros cuadrados situados en la calle de la Madera.

Hemos mantenido una conversación entre vecinos con Juan Casamayor quien, junto con Encarnación Molina, está al frente del proyecto desde el principio. El orden previsto para la entrevista se trastocó y aunque queríamos empezar hablando de literatura para acabar hablando de Malasaña todo se dio al revés

Juan Casamayor llegó hace 23 años a Madrid para seis meses y desde entonces su lugar en el mundo es Malasaña. “O me voy muy lejos (viajamos por trabajo mucho a Latinoamérica) o no salgo del barrio”. Los pisos de la calle de la Madera son grandes, de techos altos –“perfectos para apilar muchos libros”– y decidieron dividir en dos uno para que hiciera las veces de oficina y vivienda, una cercanía entre lo personal y lo profesional que parece se desparrama también por el barrio que les acoge.

“Convivimos con el barrio, tomamos las cañas en el bar Baraka de Fernando, en la calle de la Luna (uno de los pocos bares auténticos que quedan por aquí); estamos en contacto constante con las librerías del barrio, como Cervantes y Compañía o Tipos Infames, donde programamos presentaciones pero que también son nuestros libreros y amigos; organizamos comidas con los escritores en restaurantes cercanos como el Gumbo o El lugar de Martina...”

A veces, cuenta Juan, lo literario y el trabajo como editor se entrelazan con la vecindad: “El escritor José María Merino, que publicó hace mucho con nosotros un libro de cuentos que transcurrían en estas calles, se cortaba el pelo en la desaparecida peluquería Tánger y por él acabé yo haciéndolo también”.

Y más. Juan desvela que uno de los secretos mejor guardados de las editoriales es trabajar cerca de una oficina de Correos y apunta que “una compañera de Páginas de Espuma se va con las trabajadoras más antiguas de la oficina de la calle Pizarro a tomar algo por Navidad”.

Podríamos haber seguido hablando mucho más rato acerca de Malasaña, un barrio que el editor ha disfrutado “de día y de noche” -aquí llegó cuando arribó a Madrid (a la calle Minas) y de aquí es ahora su hijo-, pero ante todo un Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural hay que hablar también mucho de literatura.

Páginas de Espuma publica actualmente entre 15 y 20 títulos al año, extremadamente cuidados, cuya salida se concentra entre los meses no yermos del mercado editorial: de enero a mayo (cuando la Feria del Libro lo para todo) y de septiembre a noviembre, momento en que las librerías dan por cerradas las adquisiciones para la campaña de navidad.

Resulta mucho trabajo para las pequeñas editoriales. Una vez el encuadernador les lleva los ejemplares, el final de un ciclo, comienza el trabajo de promoción y venta.

“Septiembre es un momento intenso para el sector. Teníamos en marcha, entre otras cosas, ir a LIBER (Feria Internacional del Libro en IFEMA), a la Feria de Guadalajara (México), o a Miami, y de repente este premio te obliga a parar y a reflexionar sobre nuestros 20 años de trayectoria y te das cuenta de que algo hemos hecho bien”.

Una trayectoria que comenzó cuando a finales de los noventa Juan y Encarnación Molina se dan cuenta de que no existían editoriales especializadas en cuento. “Un editor es antes que nada un lector y a nosotros nos interesaba el género”. A lo largo de los años han conseguido tener un catálogo de autores importantes, clásicos y nuevos valores. “Hay autores de renombre que publican con gigantes del sector sus novelas pero que saben que a sus volúmenes de cuentos les va a ir mejor en nuestras manos, lo saben por el trato y por las liquidaciones a final de año”.

Además de cuentos, en Páginas de Espuma publican libros de ensayo íntimamente ligados al yo de los autores, como diarios o epistolarios, que ayudan a explicar sus obras. “Con este tipo de textos puedes entender por qué Stevenson escribió La Isla del Tesoro a partir de un mapa o qué lleva a Conan Doyle a crear los personajes de Sherlock Holmes”.

Cuando pedimos a Juan alguna recomendación de su catálogo para despedirnos, un autor o autora a los que no deberíamos perder la pista, el editor nos recomienda dos voces femeninas a ambos lados del Atlántico. La primera es zaragozana como él, Patricia Esteban Erlés, y el libro recomendado, Manderley en ventaManderley en venta, “cuentos donde el espacio palpita y que muestran que cuando se cierran  las puertas suceden cosas”. También se deshace en elogios hacia la autora mexicana Socorro Venegas y La memoria donde ardía, un libro “que duele pero que es tremendamente bello y evocador.”

Son muchas las veces que les han dicho a los editores de Páginas de Espuma que son “una editorial con mucho cuento”, un chiste cargado de verdad que cobra sentido cuando uno escucha la pasión con la que Juan habla de sus libros, de sus autores y sobre todo lo relacionado con su trabajo.

Veinte años dan para mucho. Para construir, por ejemplo, con gran dedicación, una de las editoriales más importantes de cuento de Latinoamérica y España. También para ser merecedores de todo un Premio Nacional por su labor  Y, todo ello, desde un piso de la calle de la Madera.

Mely

Muchísimas felicidades por el premio!! Y eso por el amor a los libros y a los cuentos. Me encanta decir, a veces, que "vivir del cuento" es maravilloso y que cada uno entienda lo que quiera.

Jose

¡Enhorabuena! Qué bonito es leer cosas como estas en el periódico. Os agradezco vuestra labor, no os conocía pero me parece fundamental y me enorgullece vivir tan cerca de donde se desarrolla esa tarea. Investigaré sobre vosotros.

Un abrazo
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