“Los pacientes de Palma tienen que esperar en la calle porque los espacios del centro son insuficientes”

Cada mañana y tarde, decenas de usuarios del Centro de Salud de Palma aguardan en la estrecha acera situada de la calle para hacerse pruebas PCR que determinen si tienen o no Covid-19. Esperan pacientemente guardando la distancia de seguridad, con una cola que llega hasta San Bernardo, hasta que el personal sanitario les cita. Esta semana acuden 100 al día, 50 citados por la mañana y 50 por la tarde.

Allí han comprobado este jueves las colas que se forman en los accesos las portavoces de Más Madrid en la Asamblea y Ayuntamiento, Mónica García y Rita Maestre, que han charlado con trabajadores y dirección del centro de salud que atiende a los habitantes de Malasaña dividido en dos locales de pequeño tamaño (en el 51 y en el 59, uno a cada lado de San Bernardo).

“Aquí hay un problema estructural que se comparte en el resto de centros de atención primaria: profesionales con agendas totalmente colapsadas, pacientes esperando en la calle porque los espacios son insuficientes o locales sin ventanas que no están adaptados a las consultas médicas”, denuncia Mónica García después de ver las instalaciones y comprobar que cada profesional atiende a entre 60-80 pacientes al día, cuando la incidencia de la gripe o los catarros propios del otoño-invierno todavía no se deja notar.

“El espacio es claramente insuficiente y los vecinos y vecinas tienen que estar esperando en estas condiciones a que se les haga la prueba”, que se queja de que la falta de recursos “se traduce en un crecimiento exponencial del virus”, a la vez que recalca que “la responsabilidad fundamental es de la Comunidad de Madrid y es la administración que tiene que resolver el problema de buscar otro espacio”, como recuerda con el centro de Salud de Alameda.

Mientras hablan, los pacientes son atendidos en un centro de salud para el que se han buscado diferentes ubicaciones alternativas (el nuevo edificio de San Bernardo 68 y ahora el Solar de Antonio Grilo) y en el que sus profesionales siguen atendiendo a los pacientes lo mejor que pueden en condiciones muy adversas. Buena prueba de la labor de su equipo es que, a pesar de las insuficientes instalaciones, los indicadores de satisfacción de Palma son similares o incluso mejores en algunos apartados que la media de la Comunidad de Madrid.

“Hay poca predisposición del Gobierno de la Comunidad de Madrid de que esta situación cambie, con una política sistemática de maltrato a la Sanidad Pública, tanto a los pacientes como a los profesionales”, lamenta Mónica García.