Nuevos jardines, WC públicos, carriles bici, el APR... lo que 2017 traerá a Malasaña

El año nuevo comienza siempre en Somos Malasaña con un repaso a los principales proyectos y actuaciones que se prevén lleguen al barrio durante los próximos doce meses. Y a veces estos se repiten, porque en esta ocasión aparecen algunos que ya estaban incluidos en las previsiones que publicamos a inicios de 2016 y cuya puesta en marcha se han ido retrasando y retrasando.

El más destacado de todos ellos es la finalización de los Jardines del Arquitecto Ribera, cuyas obras comenzaron seis meses más tarde de lo previsto. Las máquinas ya trabajan para tener listo el mayor parque de Malasaña y Chueca para la próxima primavera. Tendrá un aspecto similar a este, con zona infantil, otra con fuentes refrescantes, una explanada para acoger eventos y un huerto compartido con el colegio Isabel la Católica.

Otra de las infraestructuras que se han retrasado y que -previsiblemente- comenzarán a funcionar en 2017 será el Parque de Bomberos de San Bernardo. Una instalación que ha acarreado mucha polémica y que llegará posiblemente en verano. También es probable que se termine de definir a lo largo del año a qué se dedicarán sus plantas superiores, aún sin asignación y que colectivos vecinales reclaman para usos barriales.

Obras que se acaban y otras que se inician, como las de la Casa del Cura, el espacio que acaba de recuperar el Ayuntamiento en la plaza del Dos de Mayo (gracias a un acuerdo con el Arzobispado) y que necesita de trabajos de adaptación para poder ser utilizado por los distintos colectivos vecinales que pueblan Malasaña. La idea del consistorio es ejecutar unos pequeños trabajos para poner la infraestructura en marcha cuanto antes.

Jardines en alcorques y planes verdes

Jardines en alcorques y planes verdes

En el apartado de inversiones destacan los proyectos aprobados en los primeros Presupuestos Participativos de Madrid y que se han de llevar a cabo en 2017. El único que seguro se ejecutará específicamente en Malasaña será el de los Jardines en alcorques, que llenarán de bonitas macetas las calles San Andrés y Marqués de Santa Ana. Además, está por ver todavía cómo se distribuirán en el distrito Centro los 600.000 euros aprobados para creación de más zonas verdes en el corazón de Madrid y los 500.000 con que que se colocarán 100 nuevas fuentes en el distrito, de las que al menos 20 deberían estar en Malasaña.

A estas actuaciones de barrio se unirán otras pequeñas intervenciones en aceras y calzadas, como la renovación de las calles Luna, Amaniel, Silva o la Corredera, además de la instalación de numerosos WC portátiles en todo el distrito Centro, con ubicaciones ya adelantadas por este periódico: en Malasaña estarán en Juan Pujol, Dos de Mayo y Barceló.

De lo pequeño a lo grande, uno de los proyectos que pueden cambiar toda la configuración del centro de la ciudad será elegido en febrero, mes en el que tendrá lugar la votación popular definitiva del proyecto final de Plaza de España. En 2017 se iniciarán también las obras de esta nueva configuración, que estará acabada antes de que finalice la legislatura.

Movilidad: APR y semipeatonalizaciones

Movilidad: APR y semipeatonalizaciones

A lo largo de 2017 veremos cómo se construye el carril bici de Alberto Aguilera, uno de los muchos que tiene planeados en la zona el Ayuntamiento. Será la primera intervención en el apartado de movilidad, que se completará con el ensanche definitivo de aceras en Gran Vía, que se ejecutará entre este año entrante y el que viene. La movilidad también será clave a la hora de implantar el Área de Prioridad Residencial (APR) de Centro, que englobará Malasaña y Chueca y cuya entrada en vigor será finales de año, gracias a un acuerdo del PSOE con Ahora Madrid. Un auténtico cambio del modelo de tráfico que hasta ahora ha tenido el barrio y que será detallado y analizado en las informaciones de este periódico.

Ligados al APR, este año conoceremos también con detalle los planes municipales para semipeatonalizar algunas calles del barrio como San Vicente Ferrer, Palma o Pez, donde se eliminarán los aparcamientos y se crearán amplios espacios de uso peatonal, un proyecto que incluso podría ponerse en relación con los planes verdes para el distrito antes comentados.

Estos cambios están respaldado por vecinos y comerciantes, muy activos los últimos en los últimos meses y cuya asociación principal, Vive Malasaña, puede experimentar un gran salto de relevancia a lo largo del año ahora entrante. De momento acaba de estrenar página web, prepara un mapa ilustrado gratuito del barrio y su número de asociados no para de crecer.

Cultura, fiestas y eventos

Cultura, fiestas y eventos

Vive Malasaña apoya numerosas de las iniciativas culturales y de ocio que se desarrollan en Malasaña, algunas producidas por este periódico y que volverán a celebrarse en 2017, en el que tendrán lugar (si nada lo impide) la segunda edición de la fiesta del arte en la calle que fue ¡Pinta Malasaña!, la sexta de Malakids!, llenando el barrio de niños, y la cuarta de Coctelsaña, para demostrar la riqueza y variedad coctelera de los garitos malasañeros.

Y si de fiestas hablamos no se pueden olvidar las del Dos de Mayo, que después del éxito cosechado en 2016 volverán a repetir apoyo municipal y organización de vecinos y comerciantes, mano a mano para volver a crear una celebración que se ha convertido en un ejemplo para el resto de festejos del distrito Centro. Veremos también la vuelta de las fiestas de San Antonio en Pez y tal vez más actos culturales en esta calle, una de las que más movimiento está generando en los últimos meses.

En el apartado cultural también destacarán dos estrenos de cine: el primero llamado a ser uno de los taquillazos españoles del año, el estreno de El Bar, la última película de Álex de la Iglesia, inspirada en el Palentino y rodada en Malasaña, que llegará a las salas en el mes de marzo. Sin fecha de estreno todavía está el documental sobre el barrio Me gusta Malasaña, del que ya hemos ido adelantando píldoras y que busca actualmente distribución para que se pueda disfrutar en la gran pantalla.