Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Nudo, un rincón para creadores en calle La Palma

Antonio Pérez

0

Hace sólo dos semanas que el antiguo taller de motos del número 18 de la calle La Palma ha reabierto sus puertas transformado en espacio cultural. Sobre la entrada, un gran cartel que dice 'Teatro' es una verdad a medias. Si bien el mundo de las tablas fue el génesis del proyecto que nos ocupa, y está siendo el principal reclamo de sus inicios, el abanico de iniciativas que tiene cabida en este lugar es mucho más amplio.

“Queremos ser un espacio que favorezca el encuentro entre creadores, un lugar en el que intercambiar propuestas, pero que a la vez esté abierto a la comunidad en la que se encuentra”, explica Doriam Sojo, uno de los cuatro 'quijotes' que están detrás de Nudo Espacio de Creadores, la asociación cultural que gestiona este extraño -por inhabitual- y refrescante lugar. Eva Caballero, Viviana Vasco y Ángel Málaga son sus compañeros de viaje.

Más de tres representaciones de teatro por semana de vida, una exposición de obra gráfica y una amplia oferta de cursos de interpretación a punto de dar comienzo, son la brillante tarjeta de presentación con la que este grupo ha irrumpido en el día a día del barrio, multiplicando de manera arrolladora la oferta cultural y teatral de la zona. Anoche, incluso, hubo premio: una representación gratuita, 'Lo que me sale del carro', fuera de sus habituales días de función (viernes, sábado y domingo). Todo un regalo, que se volverá a repetir sin más aviso que un cartel en la puerta del espacio invitando a pasar o un anuncio poco antes en este periódico.

Nudo cuenta con un local sorprendentemente grande, visto desde fuera, y formado por tres estancias: una primera sala polivalente, otra dedicada a las artes plásticas y, al fondo, el teatro.

Finalizada la engorrosa fase de papeleos, elaboración del proyecto y búsquedas varias, los miembros de Nudo han comenzado a andar con mucha más ilusión que recursos. “Con lo obtenido con las primeras funciones que hemos programado logramos comprar los focos de iluminación y los próximos ingresos irán destinados a la insonorización de parte del escenario para crear la caja y a la compra de un televisor para dar cabida a trabajos de videoarte”. Sin más subvenciones o ayudas que las de sus propios bolsillos, el espacio, de momento, aspira a la autofinanciación.

Doriam cuenta que todo surgió de la necesidad que tenían de hacer teatro y la respuesta a la pregunta '¿Cómo lo hacemos?', que se formularon, es la realidad que los mantiene hoy hiperactivos. “Para abrirte camino en este mundo tienes que conocer a mucha gente, meterte en escuelas que cuestan mucho dinero, así que decidimos constituirnos como asociación, porque hacerlo como compañía es imposible por la cantidad de impuestos que te exigen, y crear un espacio al estilo de los que hay en Berlín, París, Argentina o México y con los que, en un futuro, soñamos establecer un circuito de intercambio de propuestas”.

“Conocemos a mucha gente que está empezando y queremos ser un punto de apoyo para ellos, asesoramos gratuitamente a compañías amateurs para que monten sus espectáculos y les proporcionamos un lugar en el que pueden establecer contactos”. “Apostamos por un teatro alternativo, atrevido y con un componente social que lleva al desarrollo común”.

El proceso para entrar en la red de Nudo es sencillo. La Asociación está abierta a recibir las propuestas-dossiers de cualquier creador, las evalúa y, si las consideran interesantes, las programa. “Esto es un lugar polivalente, abierto a propuestas, un espacio escénico donde puedes hacer lo que quieras”, insiste Sojo.“Por ejemplo, a los artistas plásticos, en el barrio hay más de éstos que teatreros, les brindamos nuestras paredes durante 15 o 30 días sin cobrarles nada, sólo si venden algo pactamos una compensación por los gastos de mantenimiento del local que han generado”.

Proyecciones de cortos, festivales de perfomance, actuaciones musicales en acústico y abrir el lugar a las escuelas de teatro de Malasaña, brindándoles su primer escenario y su primer público, son tareas que tienen en mente. También desearían convertirse en una comunidad que propicie el intercambio y el apoyo entre unos y otros. “Nos gustaría, por ejemplo, que un diseñador de ropa o de calzado nos cediera sus creaciones para nuestras representaciones a cambio de hacerles un hueco en nuestro escaparate promocionando sus productos. En definitiva, implicar a otro tipo de artistas locales en nuestro proyecto a cambio de visibilidad y tejer una red en la que apoyarnos los unos en los otros”.

Para el final dejamos la obligada pregunta de ¿por qué eligieron Malasaña para materializar su idea? La sorpresa fue encontrarnos como respuesta que esta decisión fue fruto de un exhaustivo estudio de marketing, incluido en un minucioso plan de negocio. “Por céntrico, alternativo, porque está reviviendo como foco de cultura, este barrio era el mejor para instalarse, no había dudas”.

Las puertas del número 18 de la calle de La Palma están abiertas entre las 11 de la mañana y las 22 horas. ¿Quieres hacer teatro, montar una perfomance? ¿Buscas un lugar donde mostrar tu obra pictórica, de vídeo, gráfica, escultórica? ¿Deseas consumir cultura al lado de casa a precios simbólicos? Una sola respuesta afirmativa a cualquiera de estas preguntas -o a otras que podamos inventar- nos conducirá, inevitablemente, a Nudo Espacio de Creadores.

Etiquetas
stats