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Malasaña 'old skull': El espectro del Barceló

Bandera de España instalada en el Teatro Barceló | SOMOS MALASAÑA

Luis de la Cruz

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Octubre de 2017

- Un poco más a la derecha, no, a la izquierda, bueno… –trataba de indicar el tipo del traje al operario subido a la grúa–.

- ¡Es el puto peor curro que he tenido en años!

Aquellos días, en la tele en las redes sociales y en el bar de debajo de tu casa, sólo se hablaba de lo de Cataluña. En los barrios de balcones más lustrosos las fachadas lucían banderas de España de tela sintética y colores estridentes. Algunos edificios de Madrid eran la obsesión compulsiva de un coleccionista que pegaba el mismo cromo en todos los espacios del álbum.

La bandera que el operario se traía entre las manos de la grúa, en cambio, tenía el espectro cromático preciso de la bandera del Estado Español y el ancho estipulado oficialmente para sus franjas, no en vano había colgado del mástil de la plaza de Colón unos meses atrás.

Ahora vestiría, si los encargados de colocarla conseguían atinar, el edificio del Teatro Barceló. Las curvas harmoniosas del edificio racionalista quedarían cubiertas como Carmen Maura en ¡Ay, Carmela!, pero sin banda morada ni pecho al aire.

Dentro del cubículo, a modo de vigía de un barco de dibujos animados, y al final del brazo mecánico de la grúa, dos hombres sostenían con fuerza una esquina del telón de veinte metros de ancho.

Tras uno de los cristales del gran ventanal, anormalmente nítida, de repente la figura de un hombre menudo. Sube el brazo derecho, cierra el puño a la altura de la cabeza y, todo en un suspiro, lo gira y lanza el dedo corazón fuera del burruño de dedos. Apenas sonríe.

Ya no está. Los dos operarios se miran con la misma parálisis muscular que hace caer el extremo de la bandera.

- ¡Pero qué coño pasa ahí arriba!

Abril de 1979

Un chico de mirada triste y flequillo valiente observaba desde detrás del escenario del Barceló. Su primo Nacho, eufórico, festejaba con el resto de la banda y otros amigos el éxito de la actuación que acababan de sudar, “¡teloneros de Siouxsie and the Banshees!”.

Coletazos de rabia expresionista comenzaban a cocinarse en las tablas, la platea chisporroteaba destellos de cuero y piel; detrás, entre bastidores, grititos nerviosos de euforia…. Y en el centro, inadvertido, Antonio se encendía el cigarro muy lento.

De repente, pudo apreciar junto a él a un señor de frente amplia y cabello peinado hacia atrás. Llevaba ropa modesta, como de otra época. La mayoría de las personas vestían con ropa como de otra época fuera del Barceló pero esta era, de verdad y sin saber bien por qué, la vestimenta de alguien recién llegado a Madrid en tiempos de su abuelo.

Sonaban Jigsaw Feeling, Playground Twist y Metal Postcard.

Antonio alargó el cigarrillo con la mano, ofreciéndoselo al señor; éste, asintiendo levemente, lo aceptó y dio una calada profunda antes de devolvérselo. Ambos siguieron allí en silencio, mirando hacia dentro, en medio del vendaval.

The Staircase, Placebo Effect, Regal Zone, Switch, Hong Kong Garden, Premature Burial, Suburban Relapse, Overground, Icon, Pure, The Lord's Prayer, Helter Skelter.

Cuando su primo Nacho vino a zarandearle con fuerza, devolviendo la rotunda vibración del lugar al espacio que ocupaba su cuerpo, sonaba una versión de los Beatles.

- ¿Qué haces aquí solo?

De su mano, ambos se sumergieron en el éxtasis sudoroso del concierto.

Enero de 1932

Alejandro y Acracio andurriaban nerviosos por el interior del cine. Habían llegado pronto para preparar la reunión y, como todas las primeras veces, eran conscientes del latido bronco dentro del pecho. Alejandro sujetó del brazo a su compañero y pararon. Sentados en el escenario, con la pantalla blanca a la espalda y los pies colgando:

– Aquí todavía huele a pintura.

– Lo acaban de estrenar, dicen que lo ha diseñado uno que jugaba fútbol, aunque por la pinta que tiene más bien parece que lo hubiera construido un marinero metido a maestro de obras.

– Hacerlo lo hemos hecho los de siempre...La asamblea tiene que salir bien, lo hemos puesto todo en la preparación de esta huelga y tiene que tirar palante.

– Son habas contadas...el sindicato es nuevo y nos conocemos todos Alejandro. Este sitio se va a quedar grande pero mañana en los periódicos va a lucir el nombre. Tú ve pensando compañeros de confianza con arrestos para mantenerle la mirada a los guardias, ¡que mañana es fiesta!

Olor a tabaco barato y una extraña sensación de calor acompañaron las siguientes palabras, vertidas sobre el diálogo de ambos como lluvia súbita :

– Si vais a visitar a algún patrón, dejadle recado de mi parte, uno sin palabras.

Al girarse se toparon con la silueta de un hombre detrás, uno de esos tipos pequeños pero de aspecto recio. Acracio y Alejandro se miraron entre sí, sorprendidos volvieron a girar la cabeza hacia atrás de nuevo y sólo encontraron una leve humareda de cigarro. En un sí es no es el hombrecillo había desaparecido y, antes de que ninguno pudiera articular palabra, llegó el rumor de risotadas de los miembros del sindicato entrando por la puerta.

La asamblea transcurrió como se esperaba, todas las manos en alto votaron ir a la huelga y Acracio, desde el puesto de orador, pudo ver al hombrecillo al fondo de la sala, cigarro en boca, alzar su brazo pálido junto al resto de compañeros.

Agosto de 1930

El Heraldo de Madrid. Avanzan a buen ritmo las obras del Cine Barceló, que se está levantando frente a los jardines del Hospicio. El cine tendrá un aforo de 1.210 localidades y sala de verano en la terraza. Se espera que el nuevo cine con sala de fiestas, de diseño a la europea, sea uno de los más modernos en su género, dotado incluso de un novedoso sistema de luces cuya intensidad se desvanece progresivamente para evitar deslumbrar al público. Únicamente un pequeño desplome ha retrasado ligeramente el avance de las obras. En él ha perdido la vida uno de los obreros que trabajaban en el teatro, cuyo nombre se corresponde con las iniciales F.G.

Juan

No es la bandera del estado español. Es la bandera de todos los españoles. Estas noticias ocurren cuando este periódico está escrito por personas de extrema izquierda que tienen en su Facebook fotos y siguen a páginas del che Guevara dictadores como Fidel castro y todas las páginas de podemos. Que os duela la bandera de los españoles sólo demuestra lo sectarios y radicales que sois aquí. Un lector menos amigos. Por cierto, en Venezuela cada vez huye más gente así que tenéis sitio de sobra para iros allí a vivir en vuestro paraíso comunista en vez de vivir en un país al que faltais al respecto

Rafael Del Palacio

vete al carajo....no mejor vueve a la escuela .La bandera bicolor la impuso paca la culona tras un golpe de estado..fin de la cita.

Jordi

Rafael, eres un inculto, la bandera bicolor es muy anterior a Franco.

anton marrutias piragüista

Jordi perdona pero no ha dicho ni que fuera anterior ni posterior . si lees bien dice " la impuso paca la culona"..
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