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Malasaña como destino turístico: la otra Malasaña

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Somos Malasaña

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Quienes viven en Malasaña experimentan rachas de amor y odio, pero sin duda, queda grabada a fuego como si de un tatuaje se tratase. No se trata de vivir “en”, se trata de vivirla. Tan impactante llega a ser, que se ha convertido de un tiempo a esta parte en uno de los destinos, dentro de Madrid, que mayor interés turístico despierta. Estando rodeada de grandes avenidas muy “Madrid”, llega sin embargo a delimitarse a sí misma casi como un mundo perdido, diferente, con mucho que ofrecer para romper con la monotonía de la capital y descubrir su exclusividad.

Una de las cosas que convierte este barrio en un destino turístico casi para los mismos madrileños es la posibilidad de descubrir algo nuevo en cada visita: aunque vayas una vez al mes, seguramente encontrarás sorpresas. Malasaña se mueve deprisa, sobre todo sus negocios, que nacen y mueren en tiempos muy breves. En esta fugacidad se encuentra la magia de probar experiencias que terminarán por ser únicas. Evidentemente, esto también se paga y, si quieres de verdad probar a “vivir” Malasaña, será esencial rascarse el bolsillo un poquito más que en otras zonas de Madrid.

Como propuesta turística, el mito de la movida madrileña de los 80 ha hecho mucho, pero ciertamente los tintes de barrio obrero se van destiñendo poco a poco con un ambiente muy alternativo en el que podrás tomar nota de lo que es tendencia o, incluso, quién sabe, generarla tú mismo de manera no intencionada. momondo.es, el buscador de vuelos y hoteles baratos centrado en ofrecer experiencias integrales, recomienda a los no residentes algunos clásicos como los siguientes para ir abriendo boca:

  • El Museo del Romanticismo, en la calle San Mateo. No sólo cuenta con una pequeña, aunque suficiente colección, de piezas del XVIII y el XIX, sino que además tiene una oferta de restauración donde uno se encuentra muy a gusto. Arquitectónicamente es discreto.
  • Centro Cultural Conde Duque, en la calle del mismo nombre. Siempre hay exposiciones interesantes, aparte de espectáculos, y actualizan constantemente la información en internet
  • Bastante más alternativa es la Sala TÚ, pero se ha convertido ya en un clásico. Muy interesante para disfrutar de obras de teatro en proximidad, incluso con sofás en la primera fila. Una experiencia para no olvidar.
  • Las referencias de la canción “La chica de ayer” maximizaron la fama del Penta, un bar que seguro querrás visitar, que ha sido cuartel de la movida y que ya se encuentra en cualquier guía de Malasaña que se precie.

Y hablando de bares, para comer algo y no quedar indiferente, toma nota de:

  • La Pajarita, situado en la Calle Apodaca, cuya especialidad son los “huevos divorciados”
  • Restaurante Public, en la Calle Desengaño. Destaca por su gran variedad, cuyo secreto se basa en los discretos alumnos de escuelas de hostelería, que hacen prácticas allí. Ya que estás en esta calle, puedes visitar, antes o después, Desengaño 13, también de tapeo.
  • 80 Grados Gastrobar es la alternativa económica a base de miniplatos, con unos postres dignos de degustación, y una decoración muy ochentera para volver atrás en el tiempo. Lo encontrarás en la calle Manuela Malasaña.
  • Despacio Arte y Vino, en Espíritu Santo, es una galería vinícola de venta y degustación que caerá bien en cualquier momento de la visita.
  • El Café Ajenjo,Café Ajenjo en la calle Galería de Robles, es uno de los secretos mejor guardados de Malasaña. Un lugar tranquilo y exclusivo, de ambiente relajado para leer, charlar, degustar una riquísima tarta de zanahoria o saborear una cerveza tirada sin prisa. En esta línea La Paca Café Bar, en la Calle Valverde, también es ya un clásico.

Malasaña se caracteriza sobre todo porque podrás encontrar experiencias fusionadas. Dos sugerencias más antes de poner fin a la breve lista de recomendaciones para salir de aquí con una buena idea de lo que tiene que ofrecer, son éstas:

  • Uno de los locales de moda más nuevos, que además despierta todo tipo de sensaciones de amor-odio, es el Gymage Lounge Resort en la Calle de la Luna. Dispone de una azotea dedicada a la restauración y funciona a base de reservados, pero también es un gimnasio low-cost. Podría denominarse como un “estilo de vida”. Para opinar, hay que visitarlo.
  • Está teniendo mucho éxito el espacio Microteatro por Dinero, que ofrece actuaciones de unos 15 minutos en pequeñas habitaciones y a precios reducidos. Mientras esperamos a que comience el siguiente espectáculo podemos tomar algo también. El local era un antiguo burdel que ha conseguido darle la vuelta al producto para tener enganchados a los clientes.

En cuanto al shopping, ya comenté que será la verdadera aventura: nunca sabremos cuáles serán los pequeños comercios que estarán abiertos ni qué será lo que nos descubran. Habrá que venir, para dejarse sorprender.

Si no vives en Madrid, para visitar Malasaña tendrás que elegir alojamiento. Todo depende del ritmo de horarios y presupuesto que tengas, pero los hoteles y apartamentos suelen ser las opciones más populares. Si te decantas por hotel, puedes buscar en momondo, como hemos comentado antes, es un buscador bastante útil en el cual puedes realizar un buen filtrado por servicios, opiniones o, incluso, restringir la búsqueda a una zona relativamente pequeña si lo que queremos es evitar los sonidos de la noche (este barrio no duerme mucho).

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