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Malasaña a granel: beneficios y guía útil

Chocolates de El Granel de Corredera, Malasaña.

Adriana F. Alcol

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Posiblemente el primer recuerdo que te evoque la compra a granel sea cuando tus abuelos o tus padres iban al mercado del barrio con el carro de ruedas y se detenían en cada puesto para pedir la fruta, la verdura, la carne o el pescado. También entonces era habitual que llevasen las hueveras e incluso las botellas de vidrio para rellenarlas, y es que aunque todavía hay quien asocia esta manera de comprar a un pasado lejano, se podría decir que en realidad es la manera de consumir más natural, sana y responsable que existe y a día de hoy está volviendo como una alternativa sostenible por la que cada vez más personas apuestan, ayudando así a fomentar buenos hábitos, no solo de alimentación, sino también para el medioambiente.

En los últimos años nos habituamos a dejar de ir a comprar al pequeño comercio para hacerlo en grandes superficies que nos muestran los alimentos en bandejas y envases de un solo uso que en muchas ocasiones nos permiten incluso que calentemos su contenido en el microondas, ahorrando en tiempo y ganando en comodidad; pero aunque todos recurrimos en alguna ocasión a este tipo de compra, sabemos que no es la mejor alternativa y por eso hoy os quiero hablar de los beneficios de comprar a granel y recomendaros algunos de los negocios de Malasaña a los que podéis ir con vuestro carro o vuestras bolsas de tela y haceros con productos de calidad en la cantidad deseada.

Beneficios de comprar a granel

Beneficios de comprar a granel

  1. Reduce la cantidad de plásticos: este tipo de comercios ayudan a que se generen menos basuras, utilizando bolsas de papel reciclado o los recipientes que los propios clientes traen desde sus casas para evitar así el consumo de envases de un solo uso que provocan un gran impacto medioambiental.
  2. Facilita que compremos solo lo que necesitamos: A diferencia de las grandes superficies, en las tiendas a granel puedes comprar la cantidad exacta que quieres consumir, evitando así el derroche de alimentos. Es una opción muy buena para familias, pero también para aquellas personas que viven solas, ya que puedes coger cantidades muy pequeñas o más grandes que las que ofrecen las medidas estándar de los supermercados.
  3. Te permite ver qué compras exactamente: La compra a granel fomenta que utilices todos los sentidos a la hora de escoger un producto sin que ningún plástico o bandeja te impida verlo en su totalidad: tocar, observar y oler el alimento hará que el momento de llenar tu cesta se convierta en toda una experiencia que podemos dejar de ver como una obligación e incluso llegar a disfrutarla.
  4. Ayuda a mejorar tu dieta: Cuando compras a granel, consumes productos sin procesar y de mayor calidad (en muchos casos de origen ecológico y de proximidad). Además, fomenta que lleves una dieta mucho más variada, pudiendo probar nuevos alimentos en pequeñas cantidades, por lo que no tendrás miedo a comprarlo pensando que si no te gusta, se quedará un paquete casi completo al final del armario.
  5. Fomenta el comercio y la economía local: Comprar en este tipo de negocios - ya sean pequeños comercios, puestos en el mercado, plazas de abastos, mercadillos o ultramarinos - ayuda a los productores de sectores tan dañados como la agricultura, permitiéndoles vender su producto ahorrando en costes como el envasado y evitando gastos de intermediarios. Además, facilita que el cliente obtenga una atención mucho más personalizada, pudiendo incluso recibir consejos sobre cómo cocinarlos o acerca de su mantenimiento.
  6. Una opción perfecta para personas con celiaquía, veganas o con intolerancias alimentarias: Para este tipo de dietas, comprar productos a granel reduce considerablemente el coste frente a los productos envasados.
  7. Mejora la organización de tu cocina: La manera perfecta de mantener en buen estado este tipo de productos es conservarlos en envases de vidrio, por lo que te resultará mucho más sencillo saber qué cantidad te queda y además, todo se verá mucho más ordenado y bonito.

Aunque durante mucho tiempo yo fui de esas personas que hacía la compra en grandes superficies, desde hace varios años intento evitarlo en la medida de lo posible y eso me ha ayudado a descubrir un estilo de vida que ha mejorado mi manera de alimentarme, mucho más sana y equilibrada. Malasaña ofrece muchas opciones donde poder comprar a granel, no solo productos de alimentación, sino también de limpieza y aunque cada vez son más los grandes supermercados que ofrecen este tipo de venta, yo trato de hacerlo en pequeños comercios del barrio, así que aquí os dejo algunas de mis recomendaciones:

Malasaña a granel

Malasaña a granel

  1. Una opción perfecta para hacer tu compra al peso sin salir de un mismo lugar son los mercados, en los que encontrarás puestos especializados en todo tipo de productos. En el barrio contamos con el Mercado de Barceló (calle Barceló nº 6), el Mercado de los Mostenses (plaza de los Mostenses nº 1) y otros más pequeños como el Mercado de la Corredera (calle Puebla nº 15). Una recomendación es que cuando quieras conocer bien un mercado, no hagas la compra de manera impulsiva; vete con tiempo suficiente para dar una vuelta y descubrir qué puestos encajan más con lo que necesitas porque a la larga esto te ahorrará tiempo, consiguiendo tener como referencia tiendas de calidad y de confianza.
  2. Como ya os dije anteriormente, comprar a granel no se reduce únicamente a productos de alimentación y en Malasaña encontraréis algunas tiendas especializadas en productos de limpieza y también de cosmética. Sin salir del Mercado de Barceló, en el local 105 (planta 0) está 4eco Madrid, que vende productos a granel bajo el lema “una costumbre antigua para hogares modernos”: detergentes, lejías, suavizantes, limpiadores, friega platos y otros de higiene personal como jabones, cosmética o perfumes corporales; en la calle del Divino Pastor nº 18, Sabater Hermanos - Fábrica de Jabones elabora de manera tradicional una gran variedad de jabones, dándole  suma  importancia  al  cuidado  del medioambiente. Cuentan con  más de treinta  fragancias y elaboran sus productos  con  una  base  jabonosa  de primera  calidad  compuesta  por  aceites cien por cien vegetales. Y como uno de mis últimos descubrimientos, en la calle Valverde nº 31 acaba de abrir sus puertas Fill In Good, donde además de productos de limpieza, jabones o cosmética natural a granel, puedes encontrar incluso champús para tus mascotas.
  3. En Corredera Baja de San Pablo nº 33 está El Granel de Corredera, un espacio donde invitan a sus clientes a dejarse llevar por los sentidos, disfrutando de una gran variedad de olores y colores: pastas, legumbres, arroces, cereales, harinas, dulces y un sinfín de productos más que te trasladarán a esas cocinas de antaño; y en la calle Noviciado nº 18 está el Mercado Acre, donde cuentan con productos de pueblo que puedes comprar al peso (sus panes, sus frutos secos y sus chocolates son posiblemente de las cosas más deliciosas que he probado en Malasaña); si vas te animo a que te dejes asesorar y pruebes esos sabores que todavía desconoces, que te aconsejen a la hora de cocinarlos y que no te cierres a comprar únicamente aquello a lo que tu paladar está habituado, porque la multitud de propuestas culinarias de este tipo de tiendas es una de sus grandes ventajas.
  4. En cuanto a cafés y tés, en la calle San Bernardo nº 46 está Té Valle Gourmet, que más que una tienda física es un espacio dedicado a la difusión de la cultura del té a través de la atención personalizada y de las degustaciones y eventos que organizan. Además, cuentan con una selección de cafés maravillosa y el trato y el mimo con el que te hablan de sus productos hace que tengas ganas de llevarte absolutamente todo; y en la calle Valverde nº 42, uno de mis primeros descubriemientos del barrio, fue Spicy Yuli, una pequeña y coqueta tienda de especias e infusiones en la que podrás encontrar una amplia gama de especias de todos los lugares del mundo y de tés de gran calidad y frescura.
  5. Para comprar fruta, verdura, carne o pescado, te invito a que conozcas algunos de los pequeños comercios que hay por Malasaña, en los que las bandejas o los envases de plástico brillan por su ausencia: fruterías como Vitaminas (calle Noviciado nº 9), Andrea (calle del Espíritu Santo nº 22) o Alimentación Manolo (Corredera Baja de San Pablo nº 25), pescaderías como Campanero y Fernández (plaza de San Ildefonso nº 1) o Hermanos Salvadores (calle del Espíritu Santo nº 18) y pollerías como Herrero (calle del Espíritu Santo nº 7) son algunas de las opciones que encontrarás fuera de los mercados y que ofrecen, como dirían nuestros abuelos, un buen género.

Comenzar a comprar al peso o a granel es una manera de mejorar tu salud y reducir el impacto medioambiental; te invito a que empieces por pequeños gestos, como llevar siempre en la mochila o en el bolso que utilizas diariamente una bolsa de tela para evitar pedir (y además, pagar) una de plástico, que cuando vayas a la frutería, metas en la cesta directamente las piezas que necesitas, sin dividirlas en bolsas pequeñas o que, en lugar de tomarte el momento de ir a la compra como una obligación, te animes a ir con tiempo y disfrutarlo. Poco a poco comprobarás lo diferente que es cocinar con productos a granel, porque no solo hacen que tus platos resulten mucho más deliciosos, sino también  más sanos. Tenemos la suerte de vivir en un barrio que nos ofrece la posibilidad de consumir de una manera mucho más consciente y responsable, así que tendremos que aprovecharnos, ¿no crees?

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