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Madrid Art Decó: cuando la modernidad aflora en los detalles

Luis de la Cruz

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David Pallol conoce bien el ajetreo de las redacciones y los intríngulis de las editoriales, autor de tres novelas

a la contra (Madame Torrejón, Mondo Gay y Ladrón), y con experiencia en publicaciones en papel como Diario 16, Calle 20 y un buen número de revistas de tendencias, ahora se dedica, entre otras cosas, a enseñar a todos los madrileños desde su blog Madrid Art Decó, que si bien nuestra ciudad no es Miami ni París, a estos lares también llegaron los ecos de la modernidad del siglo XX.

A David, que empezó el blog “ porque me compré una cámara nueva y porque veía un gran vacío en todo lo escrito en arquitectura de Madrid, donde parece que del historicismo se saltó al racionalismo sin más”, le parece – y razón no le falta – que es la administración la que debería hacer la labor de catalogación que él hace en Madrid Art Decó. Como desde las instituciones no hacen su trabajo es a él – como a otros ciudadanos que están haciendo la guerra por su cuenta desde blogs e iniciativas individuales – a quien le toca ponerse manos a la cámara, investigar y pelear por el patrimonio.

Un movimiento para la modernidad

El Art Decó, el arte “de Entre guerras”, es un movimieto artístico que cubre todas las artes decorativas y que bebe de las vanguardias, de la tecnología o el amor por las formas geométricas. Para David, que habla con entusiasmo del estilo, “de aquí vino todo, de la Bauhaus al racionalismo italiano”, del Art Decó bebe y nace la modernidad con mayúsculas... que, sin embargo, aquí es el gran desconocido, en el mejor de los casos confundido con el Art Nouveau. Por eso Pallol, cansado ya de que “siempre se reivindique lo mismo”, hastiado de oír hablar del comercio galdosiano, dedica su tiempo a pelearse con porteros de finca y con los vecinos de más edad para catalogar, detalle a detalle, el art decó de la ciudad.

Madrid creció sobre todo en el primer tercio del siglo XX, en el que pasó del medio millón de habitantes a contar su primer millón, la diferencia de capital de provincias a gran capital, y lo hizo en los tiempos de nacimiento y desarrollo del estilo, que aquí tuvo que bregar con una burguesía muy conservadora, pese a lo cual podemos encontrar en Madrid muchos grafismos decididamente modernos y portales art decó maravillosos.

“El centro estaba ya muy compactado en estos años, por eso el estilo tiene sus mejores ejemplos en ensanches como las zonas de Alonso Cano, Pacífico o Miguel Ángel”, pese a lo cual David nos habla de buenos ejemplos en el barrio de Malasaña, como la carnicería de la plaza de Juan Pujol, alguna fachada en la calle Apodaca y una majestuosa carpintería cerrada al final de la calle Espíritu Santo, “super Bauhaus”. En el centro algunas tiendas maravillosas como la Ferretería Vasco-Madrileña, Samaral o todo el tecer tramo de la Gran Vía, “con el art decó más canónico, más cosmopolita de Madrid”.

Un libro clic a clic

La idea de ver las fotografías y los textos del blog publicados en papel atrae a David, aunque parece que ha perdido la fe en la industria editorial: “creo que para ver publicado otro de mis libros tendría que escribir una novela histórica o sobre la Guerra Civil...” Él mismo se ha puesto en contacto con alguna editorial y con el ayuntamiento, pero no cree que con la crisis la cosa salga adelante, “aunque desde luego que me gustaría verlo convertido en un libro de gran formato, de esos que acaban en los saldos del VIPS”.

Aún sin libros las satisfacciones llegan en forma de seguidores y gente que le escribe para felicitarle por su trabajo, “a veces desde Amérca incluso”.

Una ciudad en tensión

A David Pallol se le escurre el inconformismo en cada frase, se le contagia con el entusiamo en su continuo gesticular. “Madrid no se entiende sin la tensión entre lo cosmopolita y lo castizo, es así desde el motín de Esquilache, es la capital castellana que aflora”. A David le repatea tanto la confusión de lo tradicional con lo casposo como la apatía de los madrileños, y dedica sus ratos libros a tirar del lado del Madrid moderno.

El Art Decó de Malasaña

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