Los mejores helados de Malasaña

No sabemos si será por el cambio climático o por la avalancha de turistas en verano, pero Malasaña se ha convertido desde hace poco en lugar de referencia para las últimas tendencias en helados. Tanto que ahora parecen lejanos los días en los que la oferta de mantecados escaseaba, y solo se vendían polos y conos envasados en las tiendas de alimentación.

Todo eso ha cambiado. Ahora se posible comer polos de frutas y frutos, helados japoneses, de cookies, de inspiración italiana... hacemos un repaso por cinco de sus heladerías de más éxito:

Taiyakis: peces-cucurucho con helado

Taiyakis: peces-cucurucho con helado

Recién abierta en la calle Velarde, una diminuta heladería no para de vender por las tardes unos curiosos cucuruchos inventados en Japón con forma de besugo. El local en cuestión se llama -cómo no- La Pecera y su producto estrella son los taiyakis (los de la foto sobre estas líneas).

La fórmula es sencilla: se escoge entre el taiyaki de vainilla o de chocolate y se le pone encima el helado, generalmente de sabores muy refrescantes y alguno de inspiración nipona: caramelo salado, matcha latte, pink lemonade... incluso cuentan con sabores veganos. Después, y solo para los más golosos, le puedes añadir hasta tres toppings variados (brownie, palomitas dulces, oreo, coco tostado o nube quemada, entre otros).

Dónde: La Pecera (C/ Velarde 2)

Cuánto: Taiyaki a 3,50 € (con toppings, 4,50 €); tarrinas y conos de 2,50 € a 3,50 €.

Lo mejor: El pez. Aunque el sabor de los helados está bastante conseguido, lo mejor llega cuando te lo acabas: la masa del taiyaki está firme pero esponjosa y resulta un bocado final mucho más agradable que el típico cono.

Polos noruegos de frutos y frutas

Polos noruegos de frutos y frutas

Otra de las heladerías recién llegadas este verano a Malasaña. Abierta al principio de la calle Pez, se apunta a la moda de los polos de sabores naturales, pero añadiéndole un toque escandinavo. Los polos de Nórdikos (ellos los llaman pops) están hechos con fruta y frutos del bosque, que aseguran provienen de Noruega y alrededores. Todos sin conservantes, ni colorantes, ni gluten.

Su carta de sabores va desde el espino amarillo (con cobertura de chocolate blanco o negro), fresa y grosella, ciruela mix (el de la imagen), manzana mora, ruibarbo vainilla, o mora ártica vainilla, entre otros.

Dónde: Nórdikos (C/ Pez 2)

Cuánto: Todos los polos a 3 €.

Lo mejor: La frescura de comerse un polo durante un día de intenso calor y la ventaja de poder repetir porque, en realidad, te estás comiendo una pieza de fruta helada bien sana.

La opción golosa: cookies con helado

La opción golosa: cookies con helado

Se define como la primera sandwichería de helados en España y se instaló hace unos meses en la Corredera Alta de San Pablo, en un pequeño local desde el que despacha una curiosa mezcla: una bola de helado entre dos cookies de diferentes sabores. Una bomba de azúcar para goce de los amantes de lo dulce.

La propuesta consiste en escoger primero el sabor y tamaño de la cookie (de normal a XXL), el sabor del helado (vainilla cookie, frutos rojos, donut, triki monster o kinder choco, entre otros) y el topping con el que lo quieres adornar (nubes, froot loops, lacasitos...). Se sirve en una servilleta cerrada, pero conviene no tardar demasiado en comerse el helado para que no derrame.

Dónde: Creamies (C/ Corredera Alta de San Pablo 30)

Cuánto: Sandwiches de 3,20 € a 5,20 €; tarrinas a 2,90 €.

Lo mejor: No te estás comiendo un helado: estás devorando una golosina gigante que te dará energía para unas cuantas horas seguidas.

Los polos que abrieron la veda

Los polos que abrieron la veda

Hace dos años abrió Lolo Polos, una de las primeras polerías de Madrid, en un verano en el que comenzaron a ser tendencia. Desde entonces no es raro ver colas de personas en su local de Espíritu Santo y la marca ya se ha expandido hacia otras tres tiendas que ha abierto desde entonces. La fórmula era sencilla: polos de frutas, con recetas originales y buscando el mejor sabor sin aditivos.

La oferta de lolos (así llaman a sus polos) cambia cada día y se compone de sabores tan divertidos como piña con chile y sal (en la imagen), pink mojito, naranja-limón, limón con grosella y amapola...

Dónde: Lolo Polos (C/ Espíritu Santo 16)

Cuánto: Todos los polos a 2,90 €.

Lo mejor: Lo sanas que son la mayoría de propuestas y el toque original de muchas de sus recetas, que añaden semillas y hierbas aromáticas naturales para dar un toque distinto al polo de toda la vida

La heladería clásica de intenso sabor

La heladería clásica de intenso sabor

La heladería artesana más veterana de Malasaña (dede 2012) está en plena plaza del Dos de Mayo y tiene lo mejor de la maestría de los postres italianos y valencianos (de allí provienen los que lo montaron). Su secreto es muy sencillo: ofrecer productos de alta calidad y de origen natural, sin aditivos y preparados en un obrador de forma manual.

La oferta de sabores es muy variada y los hay para todos los gustos, desde pistacho (aseguran que lo traen de Sicilia), avellana, leche merengada, dulce de leche... resulta también un buen plan para ir en familia, porque dispone de un tamaño pequeño de helado (cono a 1,50 €) ideal para niños, que se echa de menos en el resto de heladerías del barrio.

Dónde: Acquolina (C/ San Andrés 16)

Cuánto: Conos y tarrinas de 1,50 € (pequeños) a 3,50 € (grandes).

Lo mejor: Su intenso sabor, que recuerda a los mejores helados tradicionales. Y la mucha variedad de sabores, todos elaborados allí mismo.

Antichecascarmelitas

yo echo de menos los italianos que había en la calle Fuencarral, (y cuando eran italianos)

Oscar sanchez

Yo echo de menos un sitio donde comprar un chorizo de león