Las obras de la línea 1 de Metro empezarán finalmente el 3 de julio y acabarán en noviembre

Un mes y medio después de lo previsto, Metro de Madrid cortará la mayor parte de la línea 1 para obras de mejora. El anuncio se ha hecho justo después de las elecciones y también de que quedara resuelto hace días el conflicto que motivó la huelga del Cercanías.

El corte en el servicio tendrá lugar el domingo 3 de julio y afecta al tramo que va de Plaza de Castilla en el norte hasta Sierra de Guadalupe en el sur (ver mapa a continuación). La duración prevista de los trabajos se mantiene en 133 días, por lo que la nueva puesta en funcionamiento de la línea 1 al completo se producirá a mediados de noviembre.

Para intentar suplir el servicio de Metro, el Consorcio de Transportes ha previsto servicios especiales con un incremento de frecuencias del 27% en las líneas 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10. Además, la EMT refuerza también las líneas de autobús 10, 37, 102, 143 y 145. Además, habrá servicio de autobuses lanzadera en el tramo Plaza Castilla - Cuatro Caminos (con frecuencias de 3,5 y 4 minutos), entre Atocha Renfe - Sierra de Guadalupe (de 3 a 5 minutos) y en el tramo Conde de Casal - Sierra de Guadalupe (de 4,5 a 5 minutos).

Dos retrasos y unas elecciones

Dos retrasos y unas elecciones

Metro de Madrid decidió retrasar por sorpresa el inicio de las obras de metro desde finales de mayo al 18 de junio, sin justificar las razones de la dilación. Luego decidió posponerlo por segunda vez, la semana de inicio de las obras, aduciendo a la huelga de Cercanías, que impediría la movilidad alternativa de los usuarios de la zona sureste.

Finalmente, las obras que fueron criticadas por iniciarse antes del verano, cuando el metro se usa de forma intensiva, se extenderán durante buena parte del otoño y acabarán justo antes de que los comercios inicien la campaña de navidad, con el 13 de noviembre como fecha más probable de apertura.

Hasta 14 grupos de trabajo intervendrán en unas obras con tres turnos de trabajo y siete días a la semana de actividad. Servirán para consolidar el túnel y sustituir de la actual catenaria tranviaria por una rígida “más moderna y segura”, afirma Metro. Todos los trabajos costarán 69,8 millones de euros.