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La gentrificación de la trasera de Gran Vía en cifras

Somos Malasaña

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De Todo por la praxis hemos dado noticia en otras ocasiones aquí. Se trata de un colectivo que investiga con la ciudad, la participación vecinal y la arquitectura de guerrilla. Parte de su actividad en el barrio ha consistido en el análisis de los procesos de gentrificación y en la denuncia de Triball por ser, en su opinión, una empresa que pretende especular con la trasera de la Gran Vía. Con motivo de ello les entrevistamos en un par de ocasiones.

El pasado 26 de diciembre el colectivo publicaba un artículo titulado 'Abandono, especulación, expulsión: gentrificación', en el que, además de sintetizar lo que han venido antes explicando sobre Triball y la gentrificación de la zona, aportan datos más concretos.

La tesis de partida que el colectivo maneja es que Triball estableció, a partir de 2007, un programa especulativo disfrazado de proyecto social y tejido asociativo, haciéndose con numerosos activos inmobiliarios en una zona tradicionalmente abandonada por las autoridades municipales para, a continuación, subir su precio a base de convertirla en un gran centro comercial y de ocio abierto, y promocionar la zona como un nuevo barrio residencial de clase media-alta.

“Proyecto Triball S.L. se presenta como una asociación de comerciantes que representa a un conglomerado de empresas inmobiliarias, promotoras y administradoras de fincas (Desengaño S.L., San Mateo S.L., Barco S.L., La Palma S.L., Ballesta S.L., Casa Loft S.L., las Cortes S.L., Salamanca S.L., Espacio Zen Inversiones Inmobiliarias S.L., Rumbo Proyectos Inmobiliarios S.L.) que en realidad esconden un monopolio de una única empresa, Rehabitar Gestión S.A., una promotora inmobiliaria especializada en la compra y rehabilitación de edificios antiguos para el mercado residencial en la zona centro de Madrid y que asume el100% del capital de Ac Triball. Esto nos desvela algo obvio que ya revelaba Harvey en su momento: 'las ciudades están basadas en la explotación de muchos por unos pocos'”.

Lo realmente original del artículo de Todo por la Praxis son los números y el análisis que ponen sobre la mesa acerca del cambio de tipología residencial durante la segunda mitad del siglo XX y, especialmente, desde la década de los 70, ofreciendo una perspectiva más completa del proceso de gentrificación en el área.

La conclusión es que antes de Triball se dio en la trasera de Gran Vía (Desengaño, Ballesta, Corredera Baja de San Pablo...), durante la segunda mitad del siglo XX, una gentrificación difusa, de promociones parciales, que afectó al tejido residencial, reduciendo la superficie de las viviendas existentes y aumentando considerablemente el número de ellas. Luego, dicen, le llegaría el turno a Triball, una empresa privada que contaría con el favor municipal, que llevaría a cabo una segunda fase gentrificadora, planificada e intensiva: expulsar a los comerciantes tradicionales imponiendo el perfil socioeconómico que requiere un barrio residencial de clase acomodada.

“El proceso producido en la zona en la segunda mitad del siglo XX se puede resumir de la siguiente manera. De las 1.516 viviendas inicialmente existentes, 787 se conservan como eran en su construcción original. De las 729 restantes, 315 se han sustituido por nuevas construcciones que han pasado de las 315 a 798 viviendas aumentando en 483 el número de viviendas por reducción de sus superficies. Las otras 414 han sido objeto de rehabilitación pasando de 414 a 986 con un incremento de 572 viviendas resultado también de la reducción de superficies de las nuevas viviendas.

El resultado de este proceso es que se configura un patrimonio residencial con 787 viviendas originales y 1.784 nuevas o rehabilitadas. Se ha pasado de 1516 viviendas iniciales a 2.571 en la actualidad. Se reduce la superficie de las viviendas introduciendo una tipología de apartamento en un porcentaje del 62,1%, dejando el 25,1% mayor de 100 metros que corresponden a las viviendas anteriores con alguna excepción puntual en las nuevas construcciones. Si hacemos la relación del total construido residencial (208.072) entre el número de viviendas tendríamos, en términos globales abstractos, la superficie media residencial de la zona se ha reducido en un 41%.

Todo ello nos indica que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, especialmente desde 1970 al 2005, se ha producido un cambio esencial del patrimonio residencial en el área, incrementando notablemente el número de viviendas y modificando su tipología. Este cambio en la tipología residencial viene acompañado de un cambio en los valores de los inmuebles y en el perfil sociológico de sus habitantes. Un proceso largo y lento que de forma difusa ha ido cambiando la realidad construida de la zona. Se realiza así el proceso de gentrificación, de “sustitución y desplazamiento” de la población existente por una nueva población.

* Leer Abandono,especulación, expulsión: gentrificación en la web de Todo por la praxis

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