La despensa solidaria del barrio repartió mas de 8.000 kilos de alimentos a personas necesitadas durante el mes de mayo

El banco de alimentos de la red vecinal Malasaña - Conde Duque - Chueca Acompaña repartió el pasado mayo más de 8.000 kilos de alimentos, además de productos frescos y otros de higiene sin contabilizar. En esta red de apoyo ciudadano están colaborando alrededor de 175 voluntarios, de los que el 80% son mujeres.

Los productos que posteriormente se reparten entre personas necesitadas de la zona se consiguen gracias a las donaciones en especie realizadas por vecinos solidarios en las puertas de los supermercados y mercados y en una treintena de pequeños comercios de Universidad y Justicia. También se reciben aportaciones económicas que sirven para comprar alimentos frescos. Además, el banco de alimentos ha contado con donaciones regulares de la Embajada de Argentina y del  Banco de Alimentos de Madrid; de manera puntual, comercios y empresarios de hostelería cercanos a la iniciativa también han realizado entregas.

Durante su funcionamiento, el banco de alimentos de Malasaña ha ayudado a 173 unidades familiares, 600 personas, entre las que se encontraban 167 menores. Al mismo tiempo, ha colaborado con organizaciones similares que actúan en otros barrios de Centro y ha desviado excedentes de alimentos a las despensas de lugares como Lucero, San Blas o Usera.

Objetivos y denuncia

Objetivos y denuncia

Aunque de momento continúa con la labor emprendida hace mes y medio, el objetivo del banco de alimentos del barrio es desaparecer cuanto antes, dado que eso supondría que ya no es necesario. Sin embargo, voluntarios de este grupo indican que “muchos vecinos del barrio están en una situación límite” y que la emergencia social provocada, en parte, por la lucha contra la Covid-19, les obliga a continuar, algo que también logran gracias a que Ecologistas en Acción Madrid les hizo hueco en el local que poseen en la calle Marqués de Leganés ante la falta de un espacio municipal desde el que poder realizar su trabajo de acompañamiento a personas con dificultades económicas.

Por otra parte, desde el banco de alimentos denuncian la “inacción” del Ayuntamiento durante los dos primeros meses de crisis social provocada por la pandemia y también critican la actitud del Gobierno municipal para con las despensas solidarias vecinales, indicando que les ponen las cosas difíciles cuando el trabajo que están realizando en toda la ciudad estas redes de voluntarios es tarea que debería estar asumiendo la administración como parte de sus obligaciones públicas.

El desborde de los servicios sociales de muchos distritos de Madrid es lo que ha provocado la aparición de estas redes de apoyo mutuo. “Para las instituciones madrileñas, apoyarnos supone reconocer sus propios errores”, aseguran desde el banco de alimentos del barrio.