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Historias del coronavirus: María y Rubén, lírica para los balcones de la calle Palma

Rubén Sánchez-Vieco y María Zapata, en su encierro malasañero de la calle Palma | SOMOS MALASAÑA

Antonio Pérez

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A las ocho de cada tarde los habitantes de Madrid tienen una cita en sus balcones para aplaudir el esfuerzo de todos en la lucha contra el coronavirus y darse ánimos desde sus respectivos encierros. Los que se asoman a los de la calle Palma, alrededor de su número 39, pueden encontrarse además, en días aleatorios, con la grata sorpresa de estar invitados a una singular noche en la ópera y de, incluso, poder participar como cantantes en ella.

La soprano María Zapata (Oviedo, Asturias) y el director de orquesta Rubén Sánchez-Vieco (Massanassa, Valencia) decidieron el pasado de 19 de marzo, de forma improvisada, vestir sus mejores galas e interpretar para sus vecinos de Malasaña tres piezas musicales que fueron recibidas con gran aceptación por un sorprendido público.

Lo que, en principio, iba a ser algo puntual, se ha convertido en pequeñas actuaciones que se repetirán mientras dure la cuarentena por coronavirus. El pasado día 21 tuvo lugar la segunda de ellas y la tercera, aún sin fecha concreta, está al caer.

“Sabíamos de las muchas iniciativas de gente cantando desde balcones para tratar de levantar el ánimo de sus respectivos vecindarios y nos habíamos planteado hacer algo así, pero no fue hasta el pasado día 19 que, después de hablar por teléfono con nuestras familias y animados por ellos, decidimos ponernos manos a la obra e improvisar una pequeña noche en la ópera a la que invitar a nuestros vecinos tras el aplauso de cada día. Acercamos el piano al balcón, nos vestimos de etiqueta y nos pusimos a ello”, cuenta María.

“Comenzamos con reservas para ver cómo respondía la gente. No queríamos molestar. La respuesta fue maravillosa y cuando al día siguiente salimos a participar en el aplauso comunitario nos preguntaron que si ese día no íbamos a cantar, así que decidimos que sí, que repetiríamos actuaciones en días aleatorios para no cansar, cuando nos apetezca y en plan sorpresa, como un aliciente más a la hora de salir a los balcones a las 20 horas”.

El 21 de marzo María, con Rubén al piano de nuevo, volvieron a actuar. Con los más cercanos a su vivienda habían hablado ya de tratar no sólo de cantar ellos, sino de involucrar a todo el mundo en una especie de karaoke vecinal. Lo consiguieron con la interpretación del popular chotis 'Madrid', compuesto por Agustín Lara. Ese día hubo, incluso, quien se había impreso la letra de la canción para poder sumarse a la acción y un brindis comunal al final de la actuación. En estos días de chándal y pijama, esta pareja había invitado también a sus vecinos a vestirse de gala para la ocasión, como parte importante de la “pantomina de noche en la ópera”, en palabras de Rubén, que montan.

“Estamos planificando ya la tercera actuación”, cuenta María, quien avanza que piensa interpretar piezas de ópera, zarzuela y también canciones algo más ligeras y populares para conseguir una buena mezcla que pueda gustar a todo el mundo y en la que la participación de todos sea también posible. “Querríamos combinar melodías que suenen a la gente con otras piezas líricas más desconocidas que, incluso, ayuden a crear afición”.

Para quienes no vivan en la calle Palma y no puedan disfrutar en directo de esta experiencia, emiten en directo por facebook las actuaciones y luego las cuelgan también en el canal de youtube de María.

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