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Arrancan las Fiestas confinadas y solidarias del 2 de Mayo: los vecinos de Malasaña las adaptan para seguir haciendo barrio

Detalle de uno de los carteles de las Fiestas del 2 de Mayo 2020 | ERICK CADENA

Diego Casado

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Cada año desde el 2008, los vecinos de Malasaña han utilizado las Fiestas del 2 de Mayo para encontrarse, preparar actividades juntos y recuperar una celebración que en su día estuvo prohibida por el Ayuntamiento de Madrid y que durante más de una década ha mantenido el lema Haciendo Barrio como eje principal. Este mes de abril y en medio del confinamiento por la pandemia, varias personas plantearon qué hacer ante una situación que consideraban complicada, dura y extraordinaria.

“Tenemos que seguir haciendo barrio”, propuso una de las vecinas implicada en la organización de las fiestas vecinales desde la primera edición. Y se pusieron a ello. En tiempo récord montaron la convocatoria para que cualquier persona pudiera ofrecerse a actuar desde los balcones o desde el interior de sus casas, y retransmitirlo por internet. A la vez y aprovechando el impulso, articulaban una red de cuidados para dar comida caliente y montar un banco de alimentos a las personas más necesitadas del barrio.

La respuesta fue espectacular: decenas de artistas que habían participado en ediciones anteriores de estas fiestas autogestionadas -nadie cobra por actuar, todas las actuaciones las monta la persona que las propone- se ofrecieron a participar. Y muchos otros malasañeros y malasañeras que habían montado iniciativas desde su balcón durante el confinamiento también quisieron apuntarse. Además, otros enviaron carteles para anunciar el evento. El resultado es un nutrido programa de fiestas, con unas 40 actividades que van desde conciertos, actuaciones teatrales entre balcones, yoga, poesía, bingos vecinal, ópera, jazz, sesiones de DJs e incluso una master class de baile flamenco. Hay hasta una convocatoria de vermú vecinal para que todo el barrio comparta desde sus balcones el aperitivo del sábado 2 de mayo.

Por los balcones de Malasaña se asomarán durante las fiestas la ópera de María y Rubén, el jazz que cada semana regala Agustín Vega o las ya famosas fiestas de Valverde que conduce el actor Pablo Piñeiro, quien además será uno de los pregoneros de los festejos, junto a una vecina que representará a la Plataforma Maravillas y Adrián, el cocinero que junto a un grupo de vecinos dio de comer durante 40 días de pandemia a los necesitados en la Plaza del Rastrillo.

La solidaridad será otro de los ejes de las Fiestas autogestionadas del 2 de Mayo, como ya sucedió en años anteriores. En colaboración con la Red de Cuidados de Malasaña, Conde Duque y Chueca se ha puesto en marcha una Cesta Solidaria para conseguir abastecer el banco de alimentos puesto en marcha en el barrio para ayudar a las familias más necesitadas. Cualquier persona puede participar en ella comprando productos en los comercios amigos señalados en esta lista o haciendo un donativo a la cuenta de la Asociación de Vecinos Maravillas.

Banderines uniendo edificios y vecinos

Banderines uniendo edificios y vecinos

Con motivo de las fiestas, los vecinos han engalanado muchas de las calles de Malasaña con banderines y otras decoraciones elaboradas con lo que tenían más a mano. La idea nació en vías como Tesoro o Juan de Dios, donde sus habitantes decidieron unirse simbólicamente con la colocación de estos adornos durante el confiamiento. Hoy, calles como Molino de Viento, Ruiz, Divino Pastor, Palma, San Vicente Ferrer, Valverde o  San Dimas se han sumado a la iniciativa y ya lucen estos adornos que sirven para estrechar las relaciones entre los que viven cerca.

Las Fiestas del 2 de Mayo se llevan organizando de manera autogestionada por los vecinos desde que en 2004 fueron canceladas por el Ayuntamiento de Madrid. A partir de 2009, una veintena de colectivos agrupados en la Plataforma Maravillas organizan de manera autogestionada, democrática y colaborativa, la celebración popular bajo el lema Haciendo barrio. El objetivo de estas fiestas ha sido generar tejido ciudadano en el barrio, comprometido, que trabaja día a día por hacer una zona mejor para la enorme diversidad de las personas que viven en esta céntrica zona de Madrid.

Durante el periodo 2016-2019, el Ayuntamiento de Madrid se sumó al barrio y colaboró en la celebración de las fiestas a través de la Junta de Centro, proporcionando infraestructuras y aportando seguridad y limpieza. Este año no lo hará al haber cancelado la participación de las juntas de distrito en cualquier evento popular celebrado a pie de calle hasta octubre. Aunque mantiene iniciativas similares a la de los vecinos de Malasaña, como la serie de actuaciones desde viviendas de artistas englobadas bajo el epígrafe #CulturaEnCasa que promueve el área municipal de Cultura.

“Animamos a todas las vecinas de Malasaña a participar en sus actividades, siempre desde sus casas. También invitamos a todas las madrileñas y madrileños a que disfruten de las fiestas a través de sus ordenadores y móviles”, explican desde la organización de estas fiestas que ya han servido para acercar a los vecinos cuando más lejos están unos de otros físicamente.

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