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El banco de alimentos de Malasaña recibe una importante donación de productos de higiene gracias a la movilización de vecinos y de organizaciones privadas

Sede de Ecologistas en Acción, cedida para instalar el banco de alimentos de Malasaña | GOOGLE MAPS

Antonio Pérez

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El hecho de que el movimiento ciudadano disponga o no de un espacio físico significa, entre otras cosas, en estos tiempos de crisis social provocada por el coronavirus, poder aceptar o tener que rechazar una importante donación de productos de higiene y de limpieza como la que llegó al barrio el pasado sábado gracias a la rapidez con la que maniobró la red de apoyo ciudadano de la zona y a la buena disposición de las entidades privadas que se prestaron a proporcionarle un lugar de almacenaje que, de momento, la administración no le otorga.

El desmontaje del hospital de campaña de IFEMA dio la oportunidad de que el incipiente banco de alimentos que se ha puesto en marcha en Malasaña recibiera la citada donación pero para ello había que actuar rápido y, sobre todo, conseguir en un abrir y cerrar de ojos un lugar donde miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME) pudieran depositar el material a recibir.

El aviso llegó el miércoles 24 de abril a través de los voluntarios de Cuidados Madrid Centro y en cuestión de horas se consiguió el anhelado espacio de almacenaje y se activó el mecanismo que hizo que dos camionetas del Ejército entregaran este fin de semana los prometidos palés con una ayuda que será distribuida en los próximos días entre personas necesitadas.

En principio fue el Mercado de Barceló el que se ofreció a recibir la carga: se necesitaba de un lugar amplio porque se iba a recibir un único envío para abastecer a todas las asociaciones y grupos solidarios de Centro que habían solicitado material. Finalmente, como la entrega se dividió en dos, no fue necesario un sitio tan espacioso y la correspondiente a las redes que actúan en el sur del distrito llegó al Mercado de San Fernando (Lavapiés) mientras que la sede central de Ecologistas en Acción recibió el envío del material destinado a las organizaciones del área de Malasaña, Conde Duque y Chueca.

Precisamente, en el local de Ecologistas de la calle Marqués de Leganés 12 es donde finalmente se ha instalado el banco de alimentos de Malasaña, proyecto que ha arrancado con fuerza gracias a la amplia red de voluntarios que le han dado forma, a la buena disposición de decenas de comerciantes del barrio -que han habilitado cajas de recogida de productos en sus negocios- y a la solidaridad de un buen número de vecinos que ya han empezado a donar productos y dinero a través de una cuenta bancaria habilitada para tal fin.

“Esta solución no deja de ser un parche ante una necesidad urgente de espacios comunitarios en la zona”, indica Fernando, de Ecologistas en Acción, quien aclara que su organización ha cedido su local para que eventualmente funcione en él el banco de alimentos del barrio “porque el Ayuntamiento no asume el papel que le corresponde” y no ofrece una solución rápida para el almacenamiento y reparto de productos a una red de voluntarios que se ha lanzado a realizar una labor “que correspondería hacer a los servicios sociales municipales”.

Ecologistas coincide con el resto del movimiento social de Malasaña en que el lugar óptimo para que opere de continuo el banco de alimentos de Malasaña es el edificio de 800 metros cuadrados del número 1 de la plaza del Dos de Mayo, conocido como la Casa del Cura. La gestión de este inmueble municipal fue otorgada por concurso al proyecto común presentado por 38 asociaciones y las llaves de este espacio debían haber sido entregadas ya por la administración a sus usuarios el pasado enero.

La falta de contadores eléctricos en el edificio es la excusa tras la que se parapeta la Junta de Centro para no haber cedido todavía el edificio. Para las asociaciones que deben recibirlo no es de justicia que un problema burocrático pueda mantener inhábil un equipamiento tan necesario para la zona. “No podemos creer que el concejal de Centro o el alcalde de Madrid no puedan levantar el teléfono y conseguir que la compañía Iberdrola se dé prisa con la instalación de los contadores de la Casa del Cura”, indica Javier, voluntario de Cuidados Centro y de Chueca-Conde Duque-Malasaña Acompaña.

Ante el retraso de la entrega de la Casa del Cura, lugar que se está reclamando con urgencia desde el 8 de abril, desde la concejalía de Centro, después de no haber dado alternativas de espacio a las organizaciones solicitantes hasta que el asunto saltó a la prensa, se ha dicho que ya han puesto a su disposición un sitio de almacenaje en los bajos del centro cultural Clara del Rey, en la calle Palma. Sin embargo, a día de hoy, esto no es así. Centro sigue sin contestar a la solicitud presentada a tal efecto el pasado 21 de abril, tal y como confirma Pilar Cirugeda, quien oficializó la solicitud en nombre de la Asociación de Vecinos de Malasaña, Universidad y Centro.

“La Administración no está siendo lo ágil que una situación de urgencia como la que estamos atravesando exige”, declaran desde la sección local de la red Cuidados Centro. “Lo que la burocracia no facilita lo suple la generosidad de particulares y organizaciones privadas, pero esto no debe ser más que algo temporal. Lo que queremos es ir de la mano con las instituciones. La ayuda de IFEMA se hubiera perdido si nos hubiéramos quedado esperando a que el Ayuntamiento habilitara un local en el que recibirla. El banco de alimentos tampoco podía esperar para empezar a ofrecer ayuda a gente que tiene necesidades hoy”.

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