El Ayuntamiento se queda sin excusa para negociar la continuidad de actividades vecinales en el solar de Grilo
El 11 de septiembre de 2019 el Ayuntamiento de Madrid firmaba con la Comunidad de Madrid el convenio de cesión de la parcela municipal situada en el número 8 de la calle de Antonio Grilo para que el gobierno autonómico construya en ella un nuevo centro de salud para el barrio de Universidad. Pese a la firma, para que el pacto se dé por cerrado, en la disposición séptima del acuerdo se refleja que queda un último paso por dar: la aceptación explícita de la cesión por parte de la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda del gobierno de Ayuso, algo que no se ha producido todavía, aunque en esa disposición se indica claramente que el gobierno regional debía pronunciarse al respecto antes de seis meses desde la fecha de la firma, un plazo que finalizó en el día de ayer.
Al no cumplirse esa condición, abogados vinculados al colectivo ciudadano que desde hace 10 años realizan actividades culturales, sociales y medioambientales en el solar municipal de Grilo creen que podría considerarse nulo el convenio de cesión y, sobre todo, que hay posibilidad de negociar con el Consistorio la prolongación del uso vecinal de ese solar hasta que se vayan a iniciar las obras de edificación del centro de salud, las cuales, por el momento, no tienen ni fecha de inicio ni presupuesto asignado y que podrían tardar hasta cinco años en ejecutarse.
La disposición a la que nos referimos dice textualmente lo siguiente: “La eficacia de lo acordado en el Convenio queda condicionada a la aceptación por parte del titular de la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda, que deberá producirse en un plazo máximo de seis meses a partir de la firma del Convenio, debiendo notificarse este extremo al Ayuntamiento de Madrid”. Y acaba con una puntualización importante: “Aceptación que quedará condicionada a que la parcela se encuentre libre de ocupantes y en condiciones aptas para asumir las obligaciones del superficiario derivadas del Convenio”.
Sobre el solar de Grilo pesa una orden de desalojo que puede ser ejecutada en cualquier momento pero, a día de hoy, el espacio sigue ocupado. Fuentes del Área de Urbanismo consultadas sobre el tema por Somos Malasaña restan importancia a la falta de respuesta de la Comunidad sobre la cesión de la parcela dentro del plazo estipulado en el convenio: “En puridad, el 11 de marzo vencía ese plazo pero hay que tener en cuenta que esta aceptación está condicionada, como figura en el texto, al desalojo de la parcela, por lo que se entiende que hasta que no se desaloje no empieza a contar ese plazo fijado de 6 meses”.
La interpretación de lo firmado que hacen desde Urbanismo difiere de la que realizan los juristas vinculados al colectivo que gestiona el solar y podría llegar el caso de que fuera un juez quien tuviera que dirimir sobre la validez o no del actual convenio. En cualquier caso, según los actuales ocupantes del solar, la importancia de estar fuera de fecha es que deja al Ayuntamiento sin la principal razón tras la que se escudaba hasta ahora para negarse a negociar con este colectivo la prolongación del uso del solar de Grilo para uso vecinal hasta que vayan a comenzar realmente las obras del centro de salud.
“Se excusaron en la existencia de esa condición para declarar urgente el desalojo del solar y ahora podemos decir que ya no existe tal urgencia. Creemos que es posible forzar un nuevo convenio Comunidad-Ayuntamiento y lograr que no incluya otra cláusula libre de okupas, lo cual permitiría que se tengan en cuenta las peticiones de las miles de personas que han solicitado que continúen las actividades vecinales en Grilo hasta el inicio de las obras del centro de salud”, comenta una portavoz del colectivo del solar.
El pleno de la Junta de Centro rechazó hace un mes la suspensión de la orden de desalojo del solar de Grilo, solicitada por el grupo socialista y por Más Madrid, pero sin la presión de la existencia de la disposición séptima del convenio de cesión, ya vencidos los plazos estipulados y con la interpretación laxa que de la misma hace ahora el mismo Ayuntamiento, a través de su área de Urbanismo, la vida que le quede al solar de Grilo como lugar de uso vecinal se decidirá desde la más libre voluntad política.
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