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El 2020,un año de menos hablar y más hacer: lo que será noticia en Malasaña

Fachada de la Casa del Cura (derecha), anexa a la Iglesia de las Maravillas | SOMOS MALASAÑA

Somos Malasaña

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Una vez que hemos dejado atrás las celebraciones navideñas, podemos decir que comienza 2020 en serio y, al contrario que el año pasado, éste  ha de ser un tiempo en el que las promesas electorales sobre lo que se hará y la lectura más real de lo que se necesita hacer, realizada por un nuevo gobierno municipal recién aterrizado en el sillón, den paso a la puesta en marcha de actuaciones y políticas que marquen lo que queda de legislatura. Partiendo de esta premisa es de esperar que a lo largo de los próximos 12 meses vayamos conociendo y recogiendo noticias sobre decisiones y hechos concretos, que se haga más y se hable menos.

En 2020 será noticia en Malasaña que por fin se hará entrega de la antigua Casa del Cura, el edificio de cinco plantas y propiedad municipal que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de organizaciones sociales y vecinales -previo concurso público- para que se convierta en uno de los espacios de referencia de uso comunal en el barrio. Esta cesión llegará con más de un año de retraso por obras de instalación de un ascensor, pero está llamada a ser una pieza de cohesión fundamental en el barrio.

Siguiendo con el tema social, estos próximos meses serán también claves para ver qué relación se establece entre los representantes municipales y los movimientos que reclaman la aplicación de medidas de todo tipo tendentes a mejorar la vida en Malasaña de unos vecinos “en peligro de extinción”. Tras el lógico período de asentamiento, a los mandatarios se les va a exigir con mayor vehemencia soluciones a males endémicos y a amenazas más recientes.

El concejal presidente de Centro, José Fernández, hablaba el pasado mes de octubre de poner en marcha unas “estrategias de calidad de vida” en el distrito, consensuadas con vecinos y comerciantes. Este año conoceremos cuáles son esas estrategias. “Me gustaría conseguir equipamientos para los vecinos, que ayuden a mantener el carácter residencial del distrito, algo a lo que también contribuye una mayor limpieza, seguridad, políticas sociales en materia, por ejemplo, de personas mayores o integración de extranjeros -que son un 20% de población del distrito-… En el mismo sentido también es necesario trabajar en la regulación de las viviendas turísticas y en el mantenimiento del comercio de proximidad”, anunciaba Fernández.

El problema que generan las viviendas de uso turístico (VUT) será uno sobre los que el gobierno del PP actuará este año, a tenor de las declaraciones efectuadas por el responsable del área de Urbanismo y por el mismo Fernández, en las que reconocían la urgencia de regular este sector.

El concejal de Centro también dijo en 2019: “Mi primer objetivo es mantener el carácter residencial del distrito Centro”. Para que un distrito sea más habitable ha de contar con espacios dotacionales y, para que sea habitable para todos, la movilidad es también algo básico. Sobre estos aspectos y, aunque los recientemente aprobados presupuestos no lo contemple, en 2020 deberíamos conocer el proyecto de obra de un centro cultural de barrio dentro del Conde Duque, que se ejecutaría dentro del curso 2021-2022; también se conocerán los planes del Consistorio sobre lo que planea hacer con el palacio de la Infanta Carlota -edificio dotacional- ,una vez que lo recupere para la ciudad; al tiempo, deberíamos ver cómo se completa la remodelación de todas las calles y aceras del entorno de Conde Duque, un compromiso electoral que se mantiene, aunque sin saber ni cuándo ni cómo se realizará y, si se cumplen los plazos previstos, en diciembre veremos acabadas las gigantescas obras de instalación de ascensores en la parada de metro de Tribunal.

En otro orden de cosas, el año ha comenzado con la entrada en vigor de nuevas restricciones de tráfico en cumplimiento de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que prohíben el estacionamiento de vehículos de categoría A sin distintivo ambiental en las plazas del SER, pero también con un recorte del perímetro de Madrid Central y algunas moratorias al mismo. En cualquier caso, éste debería ser el año en el que el área de bajas emisiones deje de ser objeto de polémica y en el que su implantación se asiente, se asuma y se normalice, tras un rodaje no exento de fallos y, sobre todo, de distintos intereses políticos a los que datos objetivos, presión popular y Justicia han obligado a diluirse ante necesidades de mejora de salud.

Por otra parte, este 2020 es año de aniversarios redondos que marcarán parte de la agenda de ocio y cultura en el barrio. De este modo, la celebración del Año Galdosiano, con motivo del centenario de la muerte de Pérez Galdós, salpicará el calendario con recorridos literarios, mientras que en febrero, las cuatro décadas del concierto homenaje a Canito, momento que se considera convencionalmente como acto inaugural de la Movida madrileña, hará que vuelva a mirarse hacia la Malasaña de los 80 a través de múltiples iniciativas aún sin concretar. Lo que sí que es algo concreto es el estreno, el 17 de enero, de la primera película que llevará el nombre de la zona en su título: Malasaña 32, una historia de terror que paseará la denominación oficiosa de la zona por festivales y salas de exhibición de España y del extranjero.

Este año habrá que estar muy pendiente también del rumbo que coja el centro Conde Duque, el foco cultural más importante de la zona y que estrena dirección. Obviamente, no faltarán citas imprescindibles como las Fiestas del Dos de Mayo -que seguirán siendo autogestionadas por vecinos pero en las que habrá que ver cómo se suma el nuevo ayuntamiento de Almeida-, las celebraciones del entorno de Pez y una nueva edición de Pinta Malasaña, que tendrá lugar el domingo 7 de junio.

Miguel

1.Ni una sola mención a la reforma de calles en la zona de Conde Duque.

2.También habría que hablar del resto de calles que están destrozadas.

3.Ni una mención al botellón.

4.Ni una mención a las pintadas.

5.Ni una mención a la Plaza de España.

6.Ni una mención a Mostenses.



Si esto es el seguimiento que hace Somos Malasaña a los problemas del barrio y de lo que vais a estar pendientes en 2020.... cada día estoy más seguro que ni paseáis por Malasaña.

@capitan_malasana

Botellón, pintadas, ruidos, suciedad y vandalismo, ya no es problema. Esta asumido por los diferentes alcaldes y medios de comunicación (incluidos los propios del barrio) como algo perteneciente a la idiosincrasia del barrio.
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