Conde Duque cambia de coordinador general: vuelve la incertidumbre

Pablo Berástegui no ha cumplido ni un año como coordinador general del centro cultural Conde Duque. El pasado día uno se desvinculó voluntariamente del cargo por “razones personales”. Su marcha genera incertidumbre sobre el futuro del antiguo cuartel y sobre la relación de éste con el barrio y los comercios que lo rodean. La tardanza del Ayuntamiento en comunicar oficialmente el nombre del sustituto de Berástegui y aclarar también cómo queda el nuevo organigrama del centro y los planes que tiene para este espacio no ayuda en nada a disipar unas dudas que, muy al contrario, aumentan a medida que se va conociendo la noticia del cambio de cabeza visible de la institución, que ni tan sólo ha sido anunciado de manera oficial. Hay, cuanto menos, falta de transparencia y desde Las Artes,  concejalía de la que depende el centro cultural, no sueltan prenda: “Por el momento, no tenemos nada que comunicar”.

Hoy resulta curioso releer la entrevista en profundidad que Somos Malasaña hizo a Berástegui el pasado mes de junio. En ella decía -entre otras muchas cosas interesantes- que, sin dejar de mirar a corto plazo, los primeros frutos del proyecto del entonces nuevo equipo gestor para relanzar el Conde Duque como enclave cultural de referencia en Madrid se verían a partir de mediados de 2014. Había ilusión y empuje en sus palabras, un camino a seguir y futuro. La pregunta que toca hacerse en estos momentos es qué pasará con ese proyecto tras haber perdido a su timonel. Si hasta la llegada de Berástegui el Conde Duque se había convertido en un grave problema para el Ayuntamiento, al que se le criticaba el elevadísimo coste que supuso la renovación del complejo de edificios y lo vacío de su propuesta cultural, es posible que el problema esté de vuelta.

Dentro de los objetivos de Berástegui para el Conde Duque estaba el de convertirlo en un lugar que ayude a “entender el presente teniendo en cuenta el pasado”, un lugar que se sirva del arte para reflexionar sobre el presente a través de propuestas transversales, debates y encuentros; un espacio para la educación informal a través de talleres y un centro de vida. Apenas le ha dado tiempo a poner en marcha los mecanismos adecuados para que el centro comience a andar hacia la meta.

A falta de confirmaciones oficiales, la rumorología coloca a una mujer, cuyo nombre no ha trascendido, como sustituta de Berástegui en la coordinación general del espacio, aunque sin presencia diaria en el centro, cosa que hace temer entre diversas fuentes consultadas con una vuelta a la antigua lejanía e inaccesibilidad de la figura de quien dirije el Conde Duque. También se habla de que a partir de ahora podría plantearse una gestión más delegada y menos personalista de la institución.

La recientemente creada Asociación de Comerciantes Barrio Conde Duque ha lamentado la marcha de Berástegui, quien les había animado a constituirse como tal y apoyado todas y cada una de las iniciativas puestas en marcha por ellos con el objetivo de promocionar la zona y sus establecimientos comerciales. También la Plataforma Maravillas lamenta su adiós, ya que cuando Berástegui aterrizó en el barrio de Universidad abrió de inmediato las puertas del centro a las propuestas vecinales y hoy en día hay dos en marcha que podrán verse en los próximos meses (unas jornadas vecinales -talleres, cineforum, charlas...- y la segunda edición de la exposición de arte hecho en Malasaña.

Alberto

Mala noticia para el barrio!!

Mucha suerte Pablo!!