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Cierran los cines Acteón: adiós a una de los últimas salas de Madrid centro

Entrada de los cines Acteón, con su última cartelera | SOMOS MALASAÑA

Diego Casado

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Este 9 de noviembre será el último día de apertura de los Cines Acteón. La empresa propietaria del negocio de la calle Montera ha comunicado a sus 19 empleados que la sesión nocturna del jueves pondrá fin a 22 años de historia en una de las últimas salas que quedan en el centro de Madrid.

Los trabajadores se encuentran “desolados” por la noticia y por el final de un negocio “que seguía funcionando”, explican a Somos Malasaña. El dolor por la pérdida del puesto de trabajo se acrecienta además por las condiciones del despido: la compañía gestora, Sagitario Empresarial SL, ha aducido un ERE por pérdidas para solo tener que abonarles 20 días por año trabajado, en lugar de los 45 que les corresponderían por despido improcedente.

La diferencia de cifras es importante para una plantilla que cuenta con muchos empleados con más de veinte y treinta años de experiencia y que tendrá dificultades para encontrar acomodo en un sector -el cinematográfico- en declive.

Los primeros cines contemporáneos

Los Acteón abrieron en el año 1995 como “el complejo cinematográfico más grande de España”, cuentan las crónicas. Era la época en la que comenzaban a aparecer las multisalas y allí, en un edificio que empieza en Montera y acaba en la plaza del Carmen, se habían abierto nueve de golpe.

Las salas ocupaban el mismo espacio en el que estuvieron en su día los Almacenes Arias, un comercio que había sido pasto de las llamas siete años antes. Eran propiedad de Bautista Soler, que llegó a poseer 13 salas de cine y dos teatros en la capital. El Juan de Austria, los Morasol, el Palacio de la Música, el Avenida o el Cid Campeador llevaban su sello. Con el tiempo, su legado pasó a sus hijos, quienes fueron vendiéndolo poco a poco, acuciados en algunos casos por las deudas.

Uno de ellos, Juan Soler, se quedó con el Acteón, que después entraría en concurso de acreedores y pasó a ser dirigido por un administrador concursal durante dos años. El final del litigio se cerró con la compra de la empresa por la citada Sagitario Empresarial SL, una compañía que depende -según los trabajadores- de la familia Díaz Estrada, empresarios mexicanos que han adquirido numerosos edificios en el centro de Madrid.

Los Díaz Estrada poseen el edificio en el que está instalada la tienda Apple de Sol y también el del futuro Hyatt de Gran vía 31, adornado por la estatua de Diana cazadora. La familia también ha adquirido el edificio contiguo a los cines, el de Montera 29, donde tiene prevista la construcción de otro alojamiento hotelero. ¿Y qué sucederá en el Acteón?

 “Esto va a ser un hotel”, afirman sin dudar los trabajadores de esta sala que el jueves pasará a la historia.

Fran

Una pena. Aunque para mi eran los que peores servicios daban al cliente. Entradas sin numerar, taquilla solo abierta poco antes del comienzo de las peliculas y no siempre. Una vez faltaba 20 minutos para que comenzara la pelicula que queriamos ver y en taquilla no habia nadie. Miramos dentro del cine y un par de trabajadores sentados hablados. Otra vez uno de los trabajadores nos recogio las entradas para entrar con un cigarro en la mano....

Cine

En la caída en desgracia de este cine, mucha parte de la culpa la tienen el cine y los trabajadores.



Las instalaciones estaban completamente obsoletas. Las salas se habían quedado muy pequeñas, las butacas estaban

muy desgastadas y sucias, la pantalla era pequeña y el sonido deficiente para lo que se iba hoy día.



Muchas veces las películas empezaban sin sonido o con las luces de la sala encendidas, y había que salir a buscar a alguien para que arreglara el problema.





Los trabajadores no estaban a la altura. El encargado se paseaba con un chandal del atlético de Madrid por las instalaciones, lo que daba una imagen lamentable. El resto de empleados estado muy desconectado de la realidad diaria. Apenas manejaban la compra por Internet, y no sabían desenvolverse bien cuando les presentabas una entrada guardada en el móvil. Tampoco se podía pagar con tarjeta en taquilla, lo que daba una idea del anacronismo de estos cines, en unos tiempos en que este tipo de ocio ha cambiado completamente respecto a 1995, un momento en que ellos aún continuaban instalados. Las cajeras eran muy torpes, y el sistema de ventas fallaba a menudo, con lo que entregaban, en lugar de la entrada, un trozo de papel como los que se empleaban en los años 80.



Si los dueños del negocio hubieran reaccionado a tiempo y puesto al día del espectáculo, se habría salvado, pero apostaron por continuar en el pasado, y el presente les ha consumido. Buena suerte a todos sus ex empleados.

Cris Torrejón

Espero que aprovechen el espacio para abrir otro cine, de más calidad. Vivo cerca e iba todos los miércoles. Lo bueno que tenía es que estaba bien de precio, pero es cierto que el servicio era bastante mejorable.

Antonio

La última que estuve fue hace dos años, hacía tiempo que no iba (suelo ir a los renoir o los ideal) y la sensación que me dio fue como un viaje en el tiempo a los años 90 pero en negativo, todo viejo y en decadencia. No me quedaron ganas de volver.

rogersalvatore

Me da pena,

aunque reconozco que la taquillera,

era muy torpa no sabia ver las entradas de moviles, tampoco eran tan malas las butacas, respecto a la pntalla tampoco me importa mucho.

Olga

Se van a cargar una cosa preciosa para convertirlo en otro de los muchos hoteles que hay en el centro ...Era antiguo y bonito , las salas como n9 las vais aaver en otro cine (excepcion de callao), llevo llendo alli desde hace 5 años, y ayer me topé con que había una persiana bajada donde antes era la entrada, es una pena... Una oena que se quemen todas esas cosas por algo puramente turistico, para mi, se van a cargar una parte de madrid...

Sabrina D'oleo

A mí me encantaba ....me dio mucha pena
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