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Calle de la Puebla: nuestra calle decana

Luis de la Cruz

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Entre Valverde y la Corredera, con visita a Barco y a la calle de la Nao, viaja la calle de la Puebla, vía que conserva en el nombre la piedra inaugural del barrio.

En tiempos se llamó de la Puebla Vieja o de la Puebla de Juan de la Victoria, para diferenciarla de otras Pueblas, como la de la Puebla de Peralta, que aparecieron en Madrid a modo de primigenio ensanche de la ciudad a finales del XVI y principios del XVII (antes de que se empleara este término). En aquellos terrenos había establecido su casa Juan de la Victoria de Bracamonte desde el siglo XVI y otras construcciones fueron añadiéndose a ésta cerca del camino de Fuencarral. En el plano de Texeira la calle aparece nombrada como Barco.

El arte de la calle

El arte de la calle

Uno de los vecinos más ilustres del barrio, Ramón Gómez de la Serna, vivió en el número 9 (antiguo 11). Ya había residido en las proximidades de niño, en la Corredera Baja, y tras vivir con su familia en Palencia volvió a la calle Fuencarral primero y a la Puebla después, aquí tras un

viaje a París que le devolvió a la ciudad impregnado de aires de vanguardia.

Aquí dio vida a su creación más inmortal, la greguería, según explica en sus propias palabras:

“Greguería, algarabía, gritería confusa. (En los anteriores diccionarios significaba el griterío de los cerditos cuando van detrás de su mamá.)…

…La cosa sucedió en el piso primero derecha de la casa número 11 de la calle de la Puebla, en la villa y corte de Madrid. Era un día aplastado por una tormenta de verano. Tenía hinchada la frente. Me asomaba al balcón y volvía a meterme dentro y a sentarme“.

El eco artístico de la Puebla lo conserva hoy la galería Kaibide (anteriormente llamada Puebla14), moderno espacio multidisciplinar donde, pintura, escultura, fotografía, ilustración o vídeo contemporáneos tienen cabida.

Las tiendas de la Puebla

Las tiendas de la Puebla

Para referir a alguien de qué calle estamos hablando fácilmente caeremos en denominarla como la “calle de las lámparas”, por abundar este tipo de tiendas. Algunas han cerrado (hoy mismo el local de una de ellas está en venta), aunque aún quedan

dos casas de tiempo: Ludory y Céspedes, la primera con dos locales en la calle y la segunda tienda hija de la cercana Céspedes de Barco.

Hay en la vía además de tulipas algún local de copas –sobresale El perro de la parte de atrás del coche–, un Generación X, la sede del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), y una gran tienda de comestibles con sabor a comercio de toda la vida, Hermanos Gila. En el local que hoy ocupa esta

tienda, en la esquina con la Corredera, estuvo en el primer tercio del siglo XX el café de la Concepción, escenario de La Losa del los sueños, de Jacinto Benavente.

Muros que han visto mucho

Muros que han visto mucho

Dos construcciones, una a cada lado de la calle, dejan constancia de los años que la contemplan: el Convento de Don Juan de Alarcón y la Hermandad del Refugio. De ambas hemos hablado aquí en otras ocasiones.

El Convento de don Juan de Alarcón (o

de Nuestra Señora de la Concepción) fue fundado en 1609 por el sacerdote Juan Pacheco de Alarcón, de quien hereda el nombre popular, aunque el edificio se terminó hacia mediados de siglo. Hoy la iglesia barroca -que recuerda a La Encarnación-y el convento, se aparecen relucientes al paseante tras una reciente restauración. Como curiosidad decir que en él se custodia el cuerpo incorrupto de la Beata María Ana de Jesús, que se podrá ver, como cada año, el próximo 17 de abril.

De la Hermandad del Refugio – que dio nombre también al barrio – y de la pequeña Iglesia de San Antonio de los Alemanes hemos dado también noticia antes. Uno de los tesoros secretos del barrio y de la ciudad. En este lado de la Hermandad encontramos la puerta del colegio Purísima Concepción.

Muchos han sido los vecinos ilustres de la calle de la Puebla, desde RAMÓN a Nicolás Salmerón, pasando por el historiador Modesto Lafuente, aunque sobre todo la de la Puebla es una calle popular entre muros históricos.

Jose

Me ha encantado este artículo. Me compré un piso hace 10 años en esta calle y no conocía su historia.



Me sorprende que no haya ninguna mención en la calle para recordar a Modesto Lafuente. Sí que la hay en el edificio donde vivió Ramón Gómez de la Serna.



Durante esta década he visto una evolución bastante positiva de la calle, que cada vez tiene más comercios, como una galería de arte o una tienda de informática, entre otras.



Gracias por el artículo =)

Igor

En esta calle tuvo también su estudio el pintor chileno Guillermo Muñoz Vera,
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