Bluemove añade 5 coches eléctricos a su flota de 'carsharing'
Bluemove, patrocinador de Somos Malasaña y la principal compañía de carsharing en Madrid, acaba de añadir cinco nuevos coches eléctricos a su flotade vehículos en la capital. De esta forma, el 20% de sus automóviles ya está compuesta por este tipo de automóviles.
La empresa se convierte así en pionera en la movilidad eléctrica. “Nuestra compañía está en la vanguardia de este cambio y trabajamos para que la transición a la movilidad eléctrica sea un éxito”, afirma Gabriel Herrero-Beaumont, presidente de Bluemove. “Queremos convencer a todo el mundo de que ese cambio es posible”, apunta. La empresa prevé que el 25% de su flota sea eléctrica a finales de año.
Para Bluemove, el carsharing eléctrico es una de las opciones más viables para solucionar los problemas de contaminación y dependencia energética en Madrid. Además, pone remedio a algunos de los retos que lleva consigo el coche eléctrico. “Nosotros nos dedicamos a convencer a los madrileños de que compartan los mismos coches. El siguiente paso es que compartan la misma infraestructura eléctrica”, dice Jorge González-Iglesias, consejero delegado de la empresa.
Bluemove apuesta por un modelo mixto que se adapte a las necesidades de los usuarios de carsharing. Para González-Iglesias, “el carsharing mixto, eléctrico y gasolina, tiene un potencial enorme para las ciudades. Si el cliente necesita irse a la playa o la sierra reserva uno de gasolina y si necesita irse de recados a las afueras de la ciudad o Madrid reserva un eléctrico”, afirma Herrero-Beaumont. Los clientes de Bluemove podrán usar un tipo u otro de coche con la misma tarjeta.
El crecimiento de la flota eléctrica, además, está alineado con las políticas municipales. Hace unos meses el consistorio madrileño aprobó un plan para incentivar su uso. En la capital sus usuarios aparcan gratuitamente en la zona ORA –zonas verde y azul-.
El compromiso de Bluemove con la ciudad de Madrid es poder ofrecer este servicio lo antes posible a todos sus ciudadanos y permitirles que cualquiera tenga un coche a menos de 400 metros.
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