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Así será el primer parque de Madrid diseñado por sus vecinos

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Diego Casado

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La de los Jardines del Arquitecto Ribera es la historia de una lucha -primero- entre los vecinos y su administración y -después- la de un ejemplo de cómo la participación ciudadana puede ayudar a construir mejores ciudades. Aunque para ello los tiempos se dilaten enormemente. El relato de cómo se perdió el parque más grande de Malasaña y Chueca comienza en 2009, cuando las obras del cercano Mercado de Barceló obligan a trasladar los puestos de los comerciantes a esta zona verde, con la consiguiente tala de árboles y pérdida de bancos.

Las palabras de una representante vecinal, Isabel Rodríguez (Acibu), sonaron entonces proféticas: “Cuando estos jardines vuelvan a ser utilizados como espacio público de recreo lo llenarán de cemento, a no ser que los vecinos nos movilicemos para evitarlo”. Y así fue: en julio de 2013, con un nuevo concejal-presidente de distrito, el Ayuntamiento se desdijo de sus promesas de recuperar lo arrasado por las obras y planteó convertir en permanentes los módulos construidos para el mercado provisional. La plataforma ciudadana Vecinos Haciendo Jardines, que venía trabajando por su cuenta desde hacía un par de años en una propuesta de modelo de jardines, en previsión de lo que pudiera pasar, obligó al Consistorio a recular, si bien es cierto que no encontró apenas oposición por parte de la Junta Municipal de Centro y de su entonces nuevo responsable, David Erguido. Este periódico propició el primer encuentro de la plataforma y de Erguido, reunión que se celebró en la redacción de Somos Malasaña y de donde salió un compromiso municipal para elaborar el nuevo proyecto de parque en estrecha colaboración con los vecinos, un modus operandi desconocido hasta ese momento en Madrid.

El proceso alargó todos los plazos pero se convirtió en un auténtico ejemplo de colaboración público-vecinal, con grupos de ciudadanos y técnicos del Consistorio trabajando juntos y un calendario de objetivos claro. El pasado verano se presentaron las conclusiones, los proyectos, y los vecinos eligieron la opción en forma de O para el nuevo diseño del parque.

Lo que ahora se licita es la redacción final de los nuevos Jardines del Arquitecto Ribera, con el detalle de todas las actuaciones que deberá acometer la empresa adjudicataria. Entre los detalles destacados llaman la atención la peatonalización de la calle Beneficiencia y su aprovechamiento para la práctica del patinaje. También los más de 60 árboles que aparecen dibujados en el proyecto y que darán sombra a los vecinos (siempre que sea posible, aclara la nota del Ayuntamiento).

Las obras costarán algo más de un millón y medio de euros, tendrá un plazo de ejecución de seis meses y las obras podrían comenzar en el último trimestre del año, explica el Consistorio, aunque la encargada o el encargado de ejecutarlo será la nueva persona que ocupe el Palacio de Cibeles a partir del mes de junio.

Este es el detalle del proyecto, explicado por el Ayuntamiento:

La propuesta elegida busca mantener una proporción equilibrada entre las zonas dedicadas a jardines, al paseo y a zona estancial. El diseño intenta facilitar la conexión y la permeabilidad visual entre las calles de Barceló y Beneficencia. También renueva el estado actual de la calle Larra, que se prolongará hasta la plaza.



El tramo aún no ejecutado de la calle Beneficencia será peatonal y el pavimento también servirá para el patinaje. El Ayuntamiento repondrá el monumento a Mesoneros Romanos, e incluirá elementos arqueológicos hallados en la zona (un viaje de agua encontrado bajo la calle Mejía Lequerica al ejecutar la ampliación del aparcamiento de Barceló).



El proyecto ganador establece distintas cotas de altura diferente en la plaza, en función del rasante del forjado de cubierta del aparcamiento, ajustándose al desnivel de mas de dos metros que hay entre las calles Beneficencia y Barceló. De esta forma se establecen plataformas en las zonas estanciales y se adapta la pendiente en las zonas ajardinadas, permitiendo -siempre que sea posible- la plantación de árboles para dar sombra. Junto a la línea de árboles habrá bancos.

El punto más bajo está en el chaflán de la entrada del Colegio Isabel la Católica, que da a la calle Beneficencia. La parte más alta corresponde a la zona central de los jardines, que continúa con la misma cota en la que actualmente se sitúa la plataforma que da frente al museo.



El acceso a los jardines desde Beneficencia será por dos rampas adaptadas en las esquinas suroeste (al lado de la entrada al aparcamiento subterráneo) y sureste (junto a las escaleras de salida de emergencia del parking).



Los restos arqueológicos del viaje de agua recuperado del siglo XVIII se dispondrán paralelos al camino de acceso en la esquina noreste, entre éste y la rampa del aparcamiento.



El elemento más característico es una plaza central, en la que desembocan las veredas y paseos que conforman las distintas áreas estanciales y ajardinadas del parque.



Los trabajos incluyen la instalación de una pérgola perimetral, que sirva de soporte al crecimiento de plantas trepadoras que aporten sombra sobre la plaza, en cuyo centro irá una fuente ornamental. Juegos infantiles, recorridos de ejercicios según edades, mobiliario urbano y elementos de señalización completan los jardines.

David

Alguien sabe si el plan contempla el vallado nocturno del parque con el fin de evitar la práctica del botellón?Tenía entendido que si...

Gracias

Antonio Perez

@David, lo que dices se valoró y estuvo sobre la mesa, pero al final la mayoría lo descartó

David

Gracias Antonio, espero que nos arrepintamos de esta decisión...

Andrés

Pobres vecinos, muy pronto el regreso de los niñatos de los bongos, las vomitonas, los orines y el botellón...
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