Adelantar la hora de la cena para salvar las nuevas medidas anti-Covid, la petición de un restaurante a sus clientes

Que en España se cena muy tarde en comparación con lo que sucede en cualquier otro país es un hecho bien conocido. Ahora, ante las nuevas restricciones en Madrid para luchar contra la COVID-19, un restaurante de Malasaña se ha atrevido a, con toda la humildad del mundo, hacer un llamamiento a todos sus clientes, a través de las redes sociales, para que cambien sus hábitos y adelanten a las 20 horas el horario de su última comida del día con el objetivo de poder sacar adelante el servicio de la noche y no agravar aún más la crisis económica que está sufriendo con la pandemia. Desde luego, no es mala idea. Ahora faltará saber cuántos madrileños estarían dispuestos a cenar antes para tratar de salvar a sus locales favoritos.

La Tasquita de Enfrente (Ballesta, 6) es un establecimiento hostelero de referencia en Malasaña, con más de medio siglo de feliz actividad. El pasado jueves, adelantándose a la entrada en vigor de las nuevas limitaciones que han cerrado Madrid y que, entre otras medidas, ordena el cierre de los establecimientos de hostelería a las 23 horas, pero con la imposibilidad de recibir a nuevos clientes más allá de las 22 horas, solicitaba a sus seguidores hacer el esfuerzo de llegar antes a cenar.

A esta limitación horaria se le une la restricción sobre el aforo (50%), lo cual apunta directamente hacia la inviabilidad de estos negocios, especialmente en la franja de noche. Cierto es que las cocinas pueden seguir abiertas para envíos a domicilio, pero es un servicio que ni tienen todos ni se adapta a las características de muchos de ellos, en los que parte de su encanto es la experiencia completa que ofrece una cena in situ, con un buen servicio y la ambientación del local.

Lo que las constantes recomendaciones de los expertos sobre los beneficios para la salud de adelantar el horario de las cenas jamás han conseguido es difícil que ahora lo pueda lograr una llamada de auxilio de la hostelería, aunque quizá el hecho de que sean nuestros restaurantes favoritos los que nos lo pidan, y de forma temporal -se entiende-, quizá logre hacer algo de mella en esta costumbre española.

De igual manera, y aunque sea durante el tiempo excepcional en el que esté vigente este cierre de Madrid, quienes deseen seguir disfrutando de salir de copas también se van a ver obligados a adelantar el inicio de esta actividad, dado que los bares también están sujetos al mismo horario restrictivo y eso siempre y cuando tengan algo más que una barra en el establecimiento: el servicio en ellas ha quedado suspendido, lo que hará que muchos locales simplemente deban permanecer cerrados.